Devenido en mueble
urbano decorativo, recinto de juego de niños y ocasional tribuna protocolaria
de eventos lúdico-deportivos, la recuperación del palco de la música de Tuy para
su función suena a jubiloso renacimiento en esta vieja ciudad en permanente estado de expectación de más de
un renacer.
Este bello
templete construido en 1897 en el cantón de Diomedes (Paseo de la Corredera),
de igual dibujo y composición que el primer palco de estructura de hierro
colado, de la firma Walter MacFarlam & Company de Glasgow, instalado en
1884 en el actual parque de Méndez Núñez de la Coruña, como también el de
Ferrol, acogerá, experimentalmente, durante la temporada de verano, actuaciones
de grupos de música moderna para recreo y placer de paseantes y de cuantos disfruten
de plaza en las terrazas aledañas. Esta
encomiable iniciativa es la prolongación “outdoors” de la meritoria apuesta de
invierno iniciada y realizada en solitario por los propietarios del Café Gran
Manzana, a quienes la asidua audiencia
les debemos agradecido reconocimiento por semejante lujo. Y a la que felizmente se han sumado en
sociedad como patrocinadores los establecimientos Cervecería El Cielo y Café
Bar Boby. Es de justicia resaltar la
altruista e inestimable labor de intermediación y selección de grupos de
Gustavo Pérez González, músico vocacional conocedor de este apasionante mundo.
Qué atractivo
y estimulante resulta ver el Paseo de la Corredera, dilatado eje urbanístico de
remanso peatonal y lugar de encuentro, cuyo fluir placentero de gentes semeja acompañar el pausado discurrir de las
vecinas aguas del río Miño, cada vez más florido de animadas terrazas que la
apertura de nuevos establecimientos hosteleros va tachonando. No cabe duda de
que la novedosa oferta musical, si cuaja, y para ello es necesaria mayor
colaboración de hosteleros, proporcionará mayor atractivo a este magnífico escenario de
relación social y contribuirá significativamente al sostenimiento de la
actividad comercial.
Tuy, además de
ciudad de paso, deberá orientarse y convertirse en ciudad de acogida, de
servicios, porque atesora singulares potencialidades. Entre ellas, el
engrandecimiento del Paseo de la Corredera con la incorporación peatonal de la
calle Calvo Sotelo una vez tenga lugar
la eternamente deseada apertura del tramo de cabecera de la calle Orense.
Cuando esto suceda, la principal calle de Tuy será un jardín comercial. De momento, y en espera de
mayores acontecimientos, mi aplauso sincero a este vivificador proyecto
musical.
José Antonio Quiroga Quiroga
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