viernes, 6 de junio de 2014

El nuevo Centro de Salud deTuy


El controvertido emplazamiento del nuevo centro de salud es enredo de repetidos despropósitos y contrariedades. El último contratiempo, aunque menor, son determinados incumplimientos de normativa del proyecto presentado para licencia de obra. Uno de ellos corresponde a los servicios higiénicos de uso público, con dimensiones inferiores a las mínimas exigidas; aunque esta deficiencia se debe a que el proyecto fue redactado con anterioridad a la recientemente modificada ley de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Pero el más sorprendente, porque no tiene explicación lógica, es la ausencia de plazas de aparcamiento, que la norma de aplicación exige  una por cada 80 m2 construidos.  No cabe achacar la falta de una planta de sótano de aparcamiento, servicio básico y fundamental en la distribución organizativa y  funcionalidad de un centro de salud, al desconocimiento profesional u olvido del técnico redactor del proyecto, sino atribuir dicha carencia a una estrategia de explotación comercial del necesario aparcamiento en el subsuelo del área municipal aneja.
Para quitar importancia al asunto el alcalde declara que el Sergas dispone de diez días para subsanar las deficiencias. Plazo que no tiene  mayor trascendencia, al margen de la imposibilidad de su cumplimiento, en cuanto que, de no presentarse las correcciones en tiempo, se considera desistida la petición de licencia, se paraliza ¿? el expediente y se declara la caducidad a los tres meses. El Sergas solucionará fácilmente el problema de mínimos ubicando las 38 plazas exigidas en la superficie libre de solar sobrante, o echando mano, si fuera preciso, del terreno perteneciente al Área Panorámica. Pero este recurso no es medida satisfactoria siquiera para cubrir las necesidades logísticas de aparcamiento del centro y del personal adscrito. Sospecho, pues, que esta inexplicable deficiencia responde al interés particular de la empresa que construya el aparcamiento subterráneo en  garantizar la rentabilidad de la explotación asegurando un fijo de clientes de entre los trabajadores del centro y los usuarios del mismo.
Si el centro de salud se construyese en lugar menos céntrico y en terreno de superficie abundante, se obtendría la ventaja, además de la de construir un parque ajardinado sin perjuicio de que se construya un aparcamiento en el subsuelo, de que se liberarían plazas de aparcamiento de las calles del entorno del actual aparcamiento municipal que necesariamente ocupan a diario los numerosos usuarios de dicho centro, y quedarían libres para aquellos que acuden al centro para realizar gestiones y compras. Resulta chocante, al tiempo que frustrante, la aparente indiferencia de la renovada Asociación de Comerciantes, un globo, dos globos, tres globos, ante un proyecto, de consecuencias negativas irreparables, que rechaza una incontestable mayoría de ciudadanos  representada por 2.000 firmas de un muestreo de aproximadamente 2.500 consultas sobre un total de 17.000 habitantes.




En demagógicas palabras del responsable de hipotecar Tuy,  cercenando la anchura de la Avda. de la Concordia al adelantar la línea de edificación,  de frustrar la posibilidad de ensanchamiento de la calle Colón,  y del doblemente quebrado  trazado y  estrangulamiento de la calle Hnos. Maristas (“fue el aparejador municipal que se equivocó al dar la línea”), dos mil firmas de rechazo distan mucho de las necesarias 8.500  para considerarse “clamor popular”. No satisfecho con su abrumador palmarés urbanístico, pretende redondearlo ahora, y de paso dar satisfacción a su antigua pretensión, luego desbaratada, de construir un edificio (de viviendas) en el solar de la antigua plaza de abastos (aprobación inicial del PGOU), con su decisivo apoyo (cuatro votos del total de seis) en favor de que el nuevo centro de salud se construya en la  estrecha y congestionada calle de Casal Aboy. 




Ese acuerdo plenario, tomado en consideración de seis votos favorables de dos grupos de la oposición,  de siete abstenciones del grupo de gobierno (aunque  manifestando que no le gusta el lugar) y cuatro en contra de los otros dos grupos restantes  de la oposición, sí que no es representativo, queridísimo ex. Pero ahí está, y camina, por derrotero equivocado, con paso decidido. El hecho de que el gerente del Sergas acepte una demora de siete meses para que el Ayuntamiento ofrezca mejor ubicación, o que la subdirectora de Investimento diga que la licitación la obra no es obstáculo para rectificar si hay voluntad política,  no va a ser oportunidad que quiera aprovecharse.  Esta decisión, de escaso respaldo, no se toma para beneficio de Tuy, sino para particular del alcalde, pues de  lo que se trata es salvar un mandato irrelevante  vacío de contenido, acorde con la personalidad del regidor; pues no en vano ha dicho: “lo importante, es  que se haga el centro de salud”, como si alguien pretendiera lo contrario.
       Este gravoso enredo para las arcas municipales, comienza con una desafortunada, en lo económico y en su fin,  permuta de terrenos del Ayuntamiento por un solar en Cam Fran con un edificio que, lejos de ser una ventaja, resultó una carga insalvable porque sus características estructurales no se adaptan para albergar un centro de salud moderno. Tampoco la parcela que lo alberga tiene superficie suficiente según manifestación del Sergas. Continúa con otra  desventajosa permuta de terreno municipal residencial por parte del terreno colindante con el actual ambulatorio, valorado en 520.724 euros; la compra del resto de terreno por 354.402 euros; y el derecho de vuelo (superficie construible restante sobre otra existente) correspondiente a un bajo con fachada a la calle Camilo José Cela, por valor de 83.952 euros, con el compromiso contractual de abonar al propietario del bajo la cantidad de 60 euros por cada día que transcurra, a partir de la fecha 19 de marzo de 2014, sin que las obras de ampliación de dicho ambulatorio hayan finalizado. Esta operación resultó estéril ya que el Sergas, con buen criterio, rechazó construir encima de una propiedad ajena. Y termina, para infortunio de la ciudad, con la decisión de llevar adelante un pobrísimo acuerdo plenario, en el cual el gobierno hizo dejación de funciones al abstenerse,  de construir el centro de salud en la  estrecha calle de Casal Aboy, saturada de tráfico por concentración de servicios: Área Panorámica, Centro Social, Escuela Infantil, Instituto de Enseñanza Secundaria, Escuela de Idiomas, Oficina de Empleo, supermercado Froid y, muy cerca, la Plaza de Abastos.
   ¿Qué fatalidad se cierne sobre Tuy para que su destino esté últimamente en tan torpes y perniciosas manos? 

                                            José Antonio Quiroga Quiroga

NOTA: Espero que este escrito, y sucesivos, no aparezcan en la página de Facebook de la que me he ido gracias a un providencial empujoncito de ánimo.