sábado, 29 de mayo de 2021

Alcalde, sí hay alternativas al aparcamiento que usted nos endilgó

Parto de la base que la escasez de aparcamiento en Tuy no es posible solucionarla satisfactoriamente en un solo abordaje por insuficiencia de recursos municipales. Consecuentemente, cualquier providencia que se tome al respecto encaminada a paliar el problema necesariamente tiene que incluir cierto grado de provisionalidad. 

Antes de entrar en materia considero necesario denunciar la hipocresía que desde hace treinta años ha impedido que el firme de tierra del actual aparcamiento municipal en superficie fuese de otro material más apropiado y duradero. La razón que se esgrime no es otra que al estar calificada dicha superficie zona verde en el PXOM, no es legal pavimentarla; sin embargo, tácitamente, se admite con naturalidad el uso de aparcamiento que la misma calificación prohíbe. Alcalde, sea práctico, y con su poder transformador, convierta también en legal el "leira parking" municipal. Quede constancia que lejos de ponerle reparos al uso de aparcamiento de dicho suelo que contraviene la normativa, lo defiendo dada la necesidad. El alcalde, Enrique Cabaleiro, para apuntalar su propuesta quiso mostrarse riguroso con las ilegalidades, cuando, por el contrario, consiente otras muchas, por ejemplo, la apertura de locales de negocio sin licencia de actividad. Estoy de acuerdo en que no se les exija a los que están en funcionamiento, pero sí a los de nueva apertura, ya que, además de injusto, supone un agravio comparativo y burla para  los cumplidores con la ley que presentan el proyecto y pagan la correspondiente licencia. También denuncio la demagogia oportunista del alcalde, desarrollada sobre la hipocresía citada, cuando declara que es una vergüenza para los tudenses y para los visitantes (?) un aparcamiento embarrado en el centro de la ciudad. Ya que los propietarios de los terrenos son la Consellería de Facenda (área Panorámica) y el Ayuntamiento, no creo que vayan a denunciarse a sí mismos por el uso provisional indebido del suelo existiendo imperiosa necesidad de aparcamiento. Incluso cabría una modificación puntual transitoria del PXOM si fuese preciso.

                           Aspecto del "leira parking" municipal actual 

Sin pretender incurrir en pedantería, sostengo que la solución del momento y por cierto tiempo al aparcamiento, sin tener que hipotecar el futuro del comercio local, contempla (contemplaría, pues ya no creo que deje sin ejecutar el acuerdo plenario) tres iniciativas:

1.- El mantener el aparcamiento actual, provisto de capa de asfalto y pintado de la distribución de plazas (aumentaría su capacidad), e implantación de zona azul para asegurar la rotación de vehículos, por un período estimado de cinco o seis años, ya que si nadie ha puesto pegas al mismo durante treinta años, por qué alguien habría de ponérselas ahora. Y, para satisfacer a los estéticamente exigentes, el recinto se cerraría perimetralmente con celosía o paneles decorativos de 1,80 a 2,00 m de altura aproximada, que ocultarían las vistas y servirían de soporte para exposiciones de exterior.

2.- Construcción de un aparcamiento, eso sí, inevitablemente promovido, financiado y gestionado por el Ayuntamiento, en el subsuelo de la C/ Compostela, con capacidad estimada de 180 plazas, que por distar menos de 200 m del Centro de Salud permitiría la adquisición de las 36 plazas exigidas para poder disponer de licencia de actividad, y evitaría el importante gasto municipal innecesario y exigido por la empresa concesionaria de ¡¡¡REDUCIR!!! (así consta en el pliego de condiciones) plazas de aparcamiento en las calles Compostela y Orense, con el indefendible y contradictorio  pretexto de ampliar el sobrado ancho actual de las respectivas aceras.

3.- Cuando las circunstancias económicas del Ayuntamiento lo permitan, se abordaría la construcción del aparcamiento en el subsuelo del actual y el acondicionamiento de la superficie del mismo.

Entiendo que, de manera progresiva, se solucionaría el grave problema de falta de plazas de aparcamiento en el centro urbano; pues durante la construcción del aprobado, la carencia de aparcamiento se agravará, ya que el sótano de garaje proyectado  alcanza las aceras y parte de la superficie ocupada por las plazas actuales de las calles Compostela y Orense.

Sigo sin entender la fijación del alcalde para haber llevado adelante una alternativa a todas luces perjudicial para Tuy. Con toda seguridad le costaría el sillón si pretendiese volver a presentarse como candidato, algo que, aparentemente, según propias manifestaciones, parece traerle sin cuidado. De ahí que no sea muy aventurado pronosticar que, si nada se tuerce, tenga asegurado mejor posición y, llegado el momento, levante el vuelo y nos deje a nosotros la digestión del muerto. 


                         José Antonio Quiroga Quiroga

martes, 25 de mayo de 2021

La explotación privada del aparcamiento amenaza el porvenir comercial de Tuy

          Tres son las principales causas por las cuales se peatonalizan determinadas zonas de las ciudades: la congestión del tráfico rodado, la contaminación del aire y los ruidos producidos por los vehículos motorizados; factores que repercuten negativamente en la seguridad y la salud de la población y en la actividad comercial de las zonas más afectadas; mayormente los cascos históricos por la estrechez y tortuosidad de las calles. A la tentadora tendencia a peatonalizar espacios suelen apuntarse la mayoría de regidores  en el afán de transformar las localidades en que gobiernan, sin que, en buena parte de los casos, medie necesidad ni conocimiento del alcance y consecuencias que pueden comportar tal medida. No considero, pues, necesario peatonalizar más zonas en Tuy  de las ya peatonalizadas: el casco histórico en su totalidad, y la mitad sur de la calle Calvo Sotelo, colindante al Paseo de la Corredera, ya que la otra mitad, por la diferencia de nivel existente, su incorporación no aportaría nada positivo socialmente,  solo perjuicios fácilmente   identificables.

Actual aparcamiento municipal de Tuy
         Es sabido por todos que las peatonalizaciones y “humanizaciones” que pretende llevar a cabo el Gobierno de Tuy, que comportan reducción de las plazas de aparcamiento disponibles, no responden a la necesidad de dotar el espacio urbano de más calidad, sino a la exigencia, entre otras, con igual objetivo, como la prohibición de aparcar en los espacios vacíos del entorno, del concesionario de la construcción del aparcamiento para garantizar la rentabilidad de la explotación del mismo. Las consecuencias negativas que la explotación privada del servicio supondrá para el comercio local son fáciles de pronosticar. Tampoco es difícil ver que el desastre que se avecina puede evitarse haciéndose cargo el Ayuntamiento del proyecto, ya que, a diferencia del  empresario adjudicatario del servicio, no necesita amortizar el capital invertido, como en cualquiera de las obras que emprende (le basta con la rentabilidad social), ni tampoco  obtener beneficios económicos por haberlas ejecutado, ni puede pretenderlo por ser entidad sin ánimo de lucro (es suficiente con que el servicio no sea deficitario). Ello permitiría una reducción sustancial del precio/hora de estacionamiento, que lo equipararía al establecido de ordinario en las zonas azules, de modo que la oferta sería económicamente atractiva para los usuarios,  y el servicio sostenible sin que sea necesario acometer costosas humanizaciones con el objetivo de  reducir plazas de aparcamiento ni prohibir aparcar en los solares del entorno, que no representan competencia de consideración, y que no tardarán en ser ocupados por edificios de vivienda.

 La alternativa, a corto y medio plazo, a este trascendente e inexplicable error,   consiste en mantener, el tiempo necesario, el aparcamiento actual en superficie, y,  tirando del remanente de tesorería (del que tanto alardea el alcalde), se construya un aparcamiento en el subsuelo de la calle Compostela, con capacidad estimada de 180 plazas, cuya gestión puede realizarse con personal propio o mediante subcontrata. 

El enigma que no soy capaz de descifrar, es la poderosa razón oculta del empecinamiento del alcalde en seguir adelante con esta idea, a sabiendas de que va a cometer un error grave que le supondrá el repudio de la mayoría de electores que le auparon al cargo. Probablemente no le importe mucho, pues así lo ha dado a entender: “si no están contentos, que no me voten”. Quizás, quién sabe, porque, en pago por los servicios prestados, le han prometido un ascenso en su carrera política, ya que, como funcionario público, con categoría de auxiliar administrativo, el futuro laboral es poco atractivo. 

Tampoco es menos enigmática la pasividad y aparente indiferencia de la asociación de comerciantes (ACITUI). Se comenta que este colectivo permanece quieto y en silencio por temor a que el alcalde, en represalia, ordene el cierre de los establecimientos que carecen de licencia de actividad (la gran mayoría) si el colectivo se moviliza en contra de la concesión del aparcamiento a un particular. No quiero valorar si este supuesto recelo tiene o no fundamento; pero sí me atrevo a pronosticar que, al margen de cualquier consideración, no hay regidor con un mínimo de cordura que se atreva a cometer tal acto de revancha. 

Sea cual fuere la causa de la aparente apatía de los comerciantes, indiferentes a lo que suceda el día 27 del mes en curso, fecha en que se lleva a aprobación plenaria la concesión de la construcción y explotación del aparcamiento, dejo constancia de mi disconformidad con que, en el futuro, parte de mis impuestos se destinen a socorrer a quienes por comodidad o falta de agallas no están dispuestos a mover un dedo en defensa de su medio de vida.  

 

                            José Antonio Quiroga Quiroga