domingo, 17 de noviembre de 2013

Feísmo municipal


 

Las intervenciones municipales en Tuy en materia de urbanismo y arquitectura distan mucho de reunir méritos como para optar a algún premio de ordenación del territorio o, siquiera, para participar en bienales de arquitectura, como, por ejemplo, la recuperación ambiental de la fortaleza y playa fluvial de Goián en Tomiño, o la muy celebrada actuación urbanística en Allaríz. Si existiesen galardones negativos por realizaciones desastrosas, al estilo, premio “Cenutrio” (Farmaindustria) o “Sombra” (ecología), en  materia tan sensible como el paisaje urbano, la política constructiva municipal llevada a cabo en Tuy bajo las siglas PP conseguiría varios de ellos. El feísmo municipal, a diferencia del edificatorio del rural gallego de obras sin terminar por falta de dinero, responde a la falta de sensibilidad y preocupación de los gobernantes por el medio ambiente, para quienes el territorio solo tiene valor como mero soporte físico susceptible de explotación discrecional, sin importarles la belleza o los valores ambientales.

Para muestra, otro botón; el nuevo pabellón de deportes, de diseño cutre al genuino estilo de las primeras y elementales naves industriales, emergiendo abruptamente en la panorámica de  jardín y campiña que se ofrece a la vista desde la visitada glorieta de Vigo.

 

 
 
 

La presencia de esta desmadrada construcción, de imagen fabril de color gris cemento, burdo contenedor de prácticas deportivas, en el mismo borde delimitador del recinto del casco histórico, es francamente, perturbadora.  Y viene a sumarse, significativamente, a otras fuera de escala (hoy ocultas por árboles), impropias todas ellas de un área de clara vocación residencial de vivienda unifamiliar. Cuando no rige más criterio que el utilitarista de dotar de equipamiento donde haya espacio disponible, porque, dada la baja cualificación de nuestros corporativos, no cabe esperar mayores consideraciones, la belleza y armonía de nuestro singular enclave corre serio peligro. Por la incompetente manera de actuar de nuestros gobiernos municipales con respecto a los “excepcionales valores ambientales”, según recoge  el Decreto que declara a Tuy “Conjunto Histórico- Artístico” diría que desconocen que dicha  declaración incluye la cualidad de “Conjunto Pintoresco”. Si bien,  a la vista de los nefastos resultados para el entorno, para pintorescos, los referidos munícipes.  

Tanto si reparamos en la evolución de los ayuntamientos vecinos, como si hacemos abstracción de su desenvolvimiento, cabe preguntarse, qué particular beneficio han reportado a Tuy las “insignes y escogidas” corporaciones de los últimos veinte años.

 

 

                                           José Antonio Quiroga Quiroga