La modernidad
no ha deparado a Tuy más que vulgaridad
urbanística y fealdad arquitectónica. Esta imparable barbarie plebeya,
intrínsecamente política, que solo se detiene ante la arquitectura religiosa,
está arruinando irremisiblemente el singular encanto y belleza que el enclave
paisajístico y el casco histórico confieren a esta ciudad. El deterioro
ambiental por acción y omisión está copando, de manera salpicada pero
progresiva, la escena urbana. A fuerza de costumbre, lo grosero avanza
imperceptiblemente para la mayoría.
De entre las numerosas construcciones de
desafortunado impacto, demasiadas ya para una pequeña ciudad como para que no
se resientan sus señas de identidad, valga como patrón de actuación las obras
de rehabilitación y ampliación emprendidas por la Xunta de Galicia que
convirtieron el edificio que anteriormente acogía el Instituto San Paio en lo que hoy se denomina Área Panorámica.
¿Puede
entenderse que el edificio de estilo neogótico, cuya primera piedra ha sido
colocada el dos de junio de 1902, que
fue hospital de Tuy, posteriormente Instituto Laboral y de Enseñanza Media, y,
finalmente, pomposa Área Panorámica, de penosa vista y pintoresco significado,
no esté catalogado y carezca de protección urbanística alguna? ¿Máxime si
molinos y hórreos, de más de cien años, gozan de protección integral y radio de protección ambiental de 50 m a su alrededor? ¿Y qué decir, si se toma como referencia comparativa
la capilla de San Fins de Rebordans,
recogida en el PXOM (Plan Xeral de Protección Municipal) como patrimonio
arquitectónico con grados de protección
D y F (se nota la mano del santo), construida no hace más de tres décadas, y
cuyos faldones de cubierta, rematados con pizarra, son forjados de hormigón que vuelan cual
vivienda unifamiliar contemporánea? Para mayor infortunio, tampoco dispone de protección celestial por no ser arquitectura
religiosa, aunque albergaba una capilla que las mencionadas obras de
rehabilitación y ampliación no respetaron a pesar de existir cláusula
documental de transmisión patrimonial que obligaba a su conservación.
Capilla de San Fins de Rebordans
Está
demostrado que la Administración, lejos de ser garantía de justo y correcto
quehacer, es el mayor agente transgresor en cualquier ámbito de su actuación
pública, y con el descaro propio que solo la insensibilidad e impunidad proporcionan.
El atentado
arquitectónico infligido al elegante edificio del antiguo hospital de Tuy, de
proporcionada planta rectangular y dos patios interiores, no se limita únicamente la inadmisible, voluminosa y mal disimulada chepa que asoma,
cual vergonzante anomalía física, sobre la armónica y discreta cubierta a
cuatro aguas. El nuevo cuerpo de
ampliación que se proyecta hacia un espacio de amplia perspectiva,
Edificio del antiguo hospital de Tuy
Tampoco es de
recibo en inmueble de tales características el empleo de carpintería de PVC en
lugar de la de madera preexistente, sin embargo exigida en inmuebles
domésticos. Aporto fotografía que muestra la riqueza ornamental de la
puerta de entrada al edificio antes de las mencionadas obras de
rehabilitación.
Puerta de entrada al edificio de
cuando era Instituto Laboral
Viendo cómo se
va desarrollando la parte nueva de la ciudad y cómo lo ha hecho la antigua,
para no caer en la desesperanza y en el feismo, no valen los rezos sino
verdadero compromiso con nuestro destino y menor pasión política.
NOTA: El
arquitecto autor del proyecto de Rehabilitación y Ampliación del área
Panorámica, es el mismo que rehabilitó el edificio situado en la calle Calvo
Sotelo de Tuy, colindante por la izquierda con el del antiguo casino. Ambas
obras se ejecutaron en fechas muy próximas. Desconozco si en la contratación
del proyectista del Área Panorámica, participó un destacado político de la
localidad, copropietario, en aquel tiempo, del
inmueble de viviendas.
José Antonio Quiroga Quiroga
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