domingo, 11 de septiembre de 2022

La logística y la lógica del concejal Palacín

          Como expresidente de la extinta Fundación Teatro Principal, y como tudense, estoy agradecido al gobierno presidido por el exalcalde Carlos Padín por haber comprado el inmueble del Teatro Principal, paso previo determinante cara a su rehabilitación. Contrariamente, nada puedo agradecer, aunque sí reprochar, al actual portavoz de C21, por la valoración residual que hizo del Teatro Principal en el pleno extraordinario de 02/09/2022, obviando la importancia y significación patrimonial, arquitectónica, cultural y social en el contexto de un casco histórico exclusivamente residencial, de ahí que se mostrase contrario a que ocupase  "tan alto" orden de prioridad, el sexto, en la lista de la Agenda Urbana de edificios públicos a recuperar. “Nosotros no consideramos que sea tan prioritario el Teatro Principal, sobre todo cuando tenemos un teatro” (el auditorio del Área Panorámica, cuyo titular es la Consellería de Facenda de la Xunta).

                                   José Manuel Palacín, portavoz de C 21

            Es impensable, salvo para el señor Palacín, que la rehabilitación del inmueble, presupuestada, estimativamente, en tres millones de euros,  vaya a acometerla el Ayuntamiento con recursos propios, como tampoco ninguno de los cinco edificios que le preceden, sino mediante financiación externa proveniente de organismos oficiales como, por ejemplo, entre otros posibles, el 1,5 % Cultural; de lo contrario, cabría presuponer larguísima espera de años, a mayores de los transcurridos en estado de ruina. No debería preocuparle al señor Palacín el orden de prioridad de “privilegio” asignado al Teatro Principal, pues debería saber que dichas financiaciones específicas se conceden con independencia del orden de utilidad y/o preferencias municipales.   

          La importancia que el señor Palacín le concede al Teatro Principal quedó de manifiesto en la expresión, entrecortada y oscura, siguiente: “esta importancia del Teatro Principal, bueno, eee…eso…enfin”. Por si no fuese bastante razón de peso  el poco valor reconocido, añadió, su punto de vista como experto en logística de espectáculos de masas al aire libre, de conciertos musicales, y pronóstico acerca del futuro que le aguarda como teatro en exclusiva “Allá abajo, como teatro, no tiene…mmmm…demasiada…eeee…eeee, solución de continuidad, porque logísticamente puede ser un auténtico fiasco”; retomando como suyo el rancio y manido mantra de la imposibilidad de acceso de camiones al lugar del inmueble, como si se tratase de un muelle de descarga al que no pueden acercarse los grandes medios de transporte. Cierto que, por fortuna, el camión de la orquesta Panorama no podrá llegar a la Plaza de Frómista, en que se encuentra el Teatro Principal.

          Sorprende, por paradójica y contradictoria, esta oposición a la pronta recuperación del inmueble, ya en sí dificultosa, de quien, para mostrarse culto adorna, irremediablemente, sus intervenciones plenarias con citas, que no aportan más que, aparte de dudoso lucimiento personal, dispersión y extravío.  También choca, no solo la ya comentada disconformidad con el inoperante orden de prioridad del Teatro Principal, sino la rígida sujeción al uso exclusivo del inmueble como teatro, hasta que otro compañero de oposición le reveló el Mediterráneo de la versatilidad de usos, como, p.e. el de cinematógrafo.

          Se conduele el señor Palacín que Tuy se encamine hacia el modelo de ciudad dormitorio, poniendo de relieve una realidad:  “la deuda importante con la actividad del propio casco histórico nos va a deparar un casco muerto”. Sin embargo, defiende, contradictoriamente, que se relegue la rehabilitación del Teatro Principal, y, con ello, la creación de un foco de atracción y vida en el seno del mismo. Su preocupación  por la imagen y estética urbana,  “Hay  que ser estético con la ciudad”,  no se compadece  con la pretendida postergación de la rehabilitación del Teatro Principal, pues  no parece preocuparle la imagen decadente que su ruina  ofrece permanentemente  en la fachada Este y Sur del casco histórico.

          Señor Palacín, lo determinante, en principio,  no es el uso como teatro del inmueble, que usted, de manera antojadiza e interesada, contempla como exclusivo y único posible  para así poder montar un argumentario, no digo erróneo, sino perverso,  sino su recuperación arquitectónica.

          Me decepciona que un representante público anteponga el cultivo del rol de oposición sistemática al gobierno  a costa de posponer la recuperación del patrimonio arquitectónico y cultural de nuestra milenaria ciudad.

 

                                José Antonio Quiroga Quiroga

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