La denominada
plaza do Seixo no era tal, sino glorieta. Tampoco lo es ahora tras las obras de
remodelación. Una intervención conceptualmente confusa, restrictiva en el uso, y de diseño
desafortunado. Un espacio híbrido que conjuga, con riesgos contrastados, y
advertidos por policía local para la seguridad de menores, y en desigual
proporción, un abigarrado parque urbano, un área pavimentada aneja al edificio
del Ayuntamiento, y una problemática calzada
para vehículos que separa ambas zonas. Un
quiero y no puedo, pues la zona es parcialmente peatonal, o, mejor dicho, un querer y no saber. El parquecito es un bosque de hierros, que
soportan luminarias de “diseño, más que de árboles,
protegido de la circulación rodada por desmadrados lingotes de granito. Ambos accesorios son expresión y
testimonio del invasivo minimalismo tosco y un tanto brutalista de hoy día.
Por
definición, se entiende por plaza a un lugar espacioso, diáfano e isótropo, esencialmente
peatonal, que da adecuada cabida a la práctica totalidad de la actividad
humana. La actual “plaza” do Seixo solo admite el relax, y en absoluto “centraliza la actividad social
y comercial de la villa” como aventuraba el grupo de gobierno municipal, ni
“generará más posibilidades de negocio” en palabras de la alcaldesa. En
contraposición al concepto “modelno” de plaza como la que nos ocupa, aporto fotografías
de un ejemplo clásico, como el de Caminha, elocuente en cuanto a la intensa vida
comercial que propicia.
El
atrevimiento rompedor, más que rupturista, propiciado por carencias
profesionales básicas, da lugar a
actuaciones lamentables, especialmente si afectan al patrimonio público,
plagadas de errores, que en el caso de la nueva plaza do Seixo me permito
detallar:
1.- La Casa
Consistorial, referente arquitectónico e institucional, ya no preside el
espacio central abierto donde tiene lugar el teatro de la vida. La armonía
dimanante de toda composición jerárquica ha sido destruida al arrimarle al
edificio, cual cafetín o merendero, una pérgola, sólida metáfora del arraigado acogerse a la
sombra municipal, con plataforma para actos indefinidos, que oculta
parcialmente su implantación solemne y que rivaliza en presencia. Lo procedente
sería mantener despejada el área y habilitar un templete desmontable para la
ocasión. A mayor utillaje de estorbo, un absurdo y sorpresivo peine de agua
frontal, de funcionamiento intermitente, compuesto por cuatro surtidores a
nivel de pavimento, se interpone, a modo de estación de lavado, en el camino de
acceso al edificio. Imagino que la finalidad de la lámina de agua a ras de
suelo que generan dichos surtidores es la de limpieza cautelar de la tierra
pegada a las suelas del calzado de los contribuyentes que se encaminan a las
dependencias municipales; que no están
libres de que sus ropas estén expuestas
a semejante proceso si sopla el viento.


2.-Al objeto
de eliminar barreras arquitectónicas, si
bien existía y existe un acceso lateral en rampa para minusválidos, se ha levantado a la entrada del Ayuntamiento una estructura metálica
exterior, compuesta por dos tramos laterales de escalera y una rampa, que determinó la ampliación vertical de la embocadura
de acceso, menoscabando con ello la nobleza y prestancia anterior. Sin embargo,
no sabría decir si en consonancia con la estética introducida, o por
insensibilidad manifiesta, el cableado eléctrico que atraviesa la fachada
permanece, cuando pudo ocultarse bajo el pavimento con ocasión de las obras de
elevación del mismo.
3.- El bordillo propio de las aceras,
concretamente en el tramo por donde discurre el vial rodado, en absoluto zona
peatonal, aunque se acoplaron las rasantes, ha sido sustituido por masivos y claustrofóbicos tochos de granito.Dispuestos alternada y aleatoriamente. Verdadera trampa para invidentes. No tiene sentido eliminar aceras y bordillos para luego delimitarlas con bolardos. Si
bien existe una cultura incipiente de consideración hacia las personas con problemas de movilidad mecánica, no puede decirse lo mismo
respecto de quienes los sufren por defectos de visión.
Sin duda, la pretendida
idea de peatonalizar la plaza era merecedora de respaldo. Lamentablemente, no
lo es el insatisfactorio resultado.
Pronto, en
Tuy, un tramo de la calle Calvo Sotelo será peatonal y se incorporará al Paseo
de la Corredera, creándose una gran plaza que se llenará de vida comercial y
terrazas. Estoy seguro de que el actual grupo de gobierno, y en particular el
alcalde, saben que la elegancia de la Corredera no necesita de aditamentos,
sino más bien al contrario, de limpieza de ciertos elementos que distorsionan el ambiente, fundamentalmente arquitectónico. En concreto, las banderas y los catafalcos-jardinera que
introdujeron gobiernos anteriores.
José Antonio
Quiroga Quiroga
Tienes toda la razón en este articulo pero en Tomiño no te la darán... la ignorancia es muy atrevida querido amigo, buen articulo.
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