viernes, 21 de noviembre de 2025

Tuy apartheid peatonal

         Hay “humanizaciones” que devienen en menor presencia de humanos; y movilidades que implican recorte de movilidad. Ambas paradojas se dan en Tuy, población en la que no se peatonalizan determinadas calles sino ámbitos enteros: el Recinto Histórico, que abarca el Casco Histórico y el área perimetral contemporánea conocida como Zona de Respeto;  el Tuy de toda la vida. Y no se peatonalizan como solución al decaimiento del comercio, con mayor incidencia en las calles estrechas, debido a la congestión de tráfico, exceso de ruidos y contaminación atmosférica o, incluso, a la ausencia de un paseo,  porque ninguna  de las expresadas circunstancias concurren en Tuy.

                             Ámbito peatonalizado,  viernes,  medio día

        El gobierno local no da las razones que le impulsaron a acometer esta molesta, costosa, perturbadora y restrictiva obra de peatonalización. Se parapeta en que se trata “de un proyecto europeo”, (Europa no redacta proyectos de peatonalización para ninguna localidad de la Comunidad, pero sí financia proyectos municipales de esta índole), referencia de autoridad que  resuena como sinónimo de obligado acatamiento, al que se acoge a la vista del rechazo social que suscita al no medir su encaje ni sus   consecuencias. Menos mal que las citas ineludibles a organismos administrativos: Ayuntamiento, Hacienda, Seguridad social y Policía Nacional, además de a la catedral para asistir a los oficios litúrgicos, garantizan un mínimo de transeúntes que rescatan, en parte,  al anchuroso espacio de convertirse en un recinto desolado.

             Tramo norte del ámbito peatonalizado, viernes, medio día

        El modelo urbanístico disociativo: vehículos por un lado y personas por el otro, ensayado en algunas ciudades europeas, fracasó hace tiempo con sonado estrépito. La corriente actual aboga por la coexistencia de vehículos, circulando a baja velocidad, y personas,  que se está imponIendo en las ciudades como solución más conveniente. La expulsión de los coches de la c/ Calvo Sotelo con la peatonalización emprendida en nada contribuye a la habitabilidad de los inmuebles sin sótano de garaje de esta calle, ya que los potenciales residentes tendrán que aparcar sus vehículos en calles alejadas de sus viviendas.

               Obras de peatonalización de la C/ Augusto Glez. Besada

        Las verdaderas humanizaciones se deben, fundamentalmente, a las máquinas, al desarrollo tecnológico, que no a las mejoras de firmes, ampliaciones de aceras o peatonalizaciones sin criterio, que  han rescatado a la humanidad de penosidades laborales arriesgadas e insalubres,  y han traído el progreso. El coche es hoy día medio imprescindible vinculado a la libertad personal de movimientos y al desarrollo económico de la sociedad, que el gobierno del alcalde Cabaleiro, por capricho y  adhesión ciega a la corriente política del momento, ha proscrito del Tuy tradicional al convertirlo en mustio apartheid peatonal apartado de la corriente de actividad. Acaso ¿era necesaria mayor holgura peatonal disponiendo del espléndido y céntrico Paseo de la Corredera? ¿ Es, pues, suficiente justificación del gasto realizado y de los venideros perjuicios del confinamiento impuesto la sola utilidad de poder caminar a las anchas de cada cual?

        En breve, para mayor constatación de la falta de perspectiva municipal, y para contrariedad de los tudenses, sobre todo de los conductores provenientes de las parroquias, desaparecerá, por construcción de un edificio de viviendas, uno de los “leiraparking” (solar habilitado para aparcamiento del público), colindante a las calles La Guardia y Orense, que da cabida a 120 vehículos. Esta merma de aparcamiento agravará sensiblemente el problema de escasez de esta disponibilidad que viene padeciendo desde hace demasiado tiempo el núcleo urbano; y que distanciará más el apartheid peatonal de estos lugares de aparcamiento provisional, como también de la plaza de abastos, lo cual invita a presuponer que repercutirá negativamente en la afluencia de usuarios. No es considerado, diría que poco humano, obligar a las personas a largos recorridos a pie, portando bultos o sin ellos, al margen del estado de sus piernas y de las condiciones atmosféricas.

        Está bien que el gobierno municipal se afane en  captar el máximo de recursos  aprovechando la oportunidad que ofrece el maná de los fondos europeos Next Generation; pero ello tiene poco valor si los proyectos presentados que han obtenido financiación apenas tienen utilidad social, cuando no entrañan un perjuicio. Diríase que el orden de prioridades de este gobierno está invertido en cuanto que se postergan las necesidades apremiantes en beneficio de lo aparente. Y este no es el camino del progreso.

 

                                      José Antonio Quiroga Quiroga