domingo, 28 de septiembre de 2025

El nuevo e inadecuado nombre de "Corredoira" dado al Paseo de la Corredera de Tuy

           Con mayor o menor rigor y fortuna, al amparo de la normalización lingüística, se adaptó al gallego el nomenclátor del  callejero tudense. Con el cambio, la denominación Paseo de la Corredera pasó a llamarse Paseo da Corredoira, traducción o remisión al origen del vial de dudosa fiabilidad, además de contradictoria en los términos en cuanto que el concepto de paseo está reñido dimensionalmente con la definición de corredoira: “Camiño de carro, estreito e profundo, que discorre entre valados ou outras elevacións do terreo”.

          Se sabe que la denominación “corredera”, que rotula determinados espacios públicos de algunas ciudades españolas, se debe a que en ellos  se corrían los caballos de las ferias de ganado para probarlos. Desde tiempo inmemorial, hasta hace no mucho, en Tui se venían celebrando ferias de ganado en lugar muy próximo al actual Paseo de la Corredera, hoy Plaza de Galicia y superficie aledaña; de ahí que, en principio, parece consecuente el nombre dado al Paseo por excelencia de Tuy.

Paseo de la Corredera de Tuy

          Con ocasión de un escrito de un historiador local publicado en Facebook en que se menciona a “Ponte Nova da Corredoura” en la parroquia de Pexegueiro, y dada mi disconformidad con la denominación de “corredoira” dada al Paseo referido, le pregunté por su opinión respecto de la aparente falta de lógica. No se pronunció sobre la misma,   pero me remitió acerca de su posible origen a una nota del historiador Ávila y La Cueva que refiere textualmente el vial como “Corredera”, como también a la transcripción de un protocolo de 1371 de un tal Nuno Gonçalves, que reproduzco, en la que aparece la palabra “corredoyra”, vocablo portugués antiguo que derivó en “corredoira”, para referenciar la ubicación del primitivo convento dominico de Tuy:

          Pero la palabra “corredoira” tiene en portugués un significado diferente a la homógrafa en gallego, que el “Dicionário Infopedia da Lingua Portuguesa” define así: “Rua larga (en español, ancha, amplia) e direita, propia para corridas.

          Procede advertir que perdura la duda acerca de la ubicación  real del antiguo convento dominico (fundado en 1272-1274), que distintas fuentes sitúan en otros tantos emplazamientos. Carmen Manso Porto (historiadora del arte)  recoge en la publicación: “El convento de Santo Domingo de Tui en la España sagrada de Enrique Flórez” que Vila (Suso) lo sitúa extramuros, en el camino público que iba de la puerta de la Corredoira (antiguo arrabal)  para San Giao dos Malatos (San Julian de los leprosos o gafos), que entonces se denonimaba Camino de arriba.

          Nada invita a presuponer que un convento se edifique “a la par”  de una corredoira, entendida como camino de carro, estrecho y profundo, ni que se acceda a un arrabal urbano por un vial tan precario.

          Aparcadas las suposiciones, tan frecuentes en los relatos históricos, me atengo a la certeza de que la nueva denominación no hace justicia al magnífico Paseo de Tuy, lo desmerece. Sugiero, por tanto, que el Ayuntamiento reconsidere la denominación dada al tradicional Paseo de la Corredera en atención a rotularlo con arreglo a la dignidad que le corresponde.

 

                               José Antonio Quiroga Quiroga

lunes, 1 de septiembre de 2025

La controvertida peatonalización del Tuy tradicional

           El corazón del casco histórico de Tuy, “la colina de piedra”, siempre fue peatonal por imperativo de la orografía en ladera. Tras peatonalizarse recientemente todo el casco medieval, el gobierno municipal  extiende ahora la restricción de vehículos al recinto histórico, ámbito que comprende la urbe antigua y la zona de respeto a la misma o área contemporánea. Esta barrera normativa completa por el norte y el oeste el aislamiento al flujo de   vehículos y en parte de personas  que el río establece por el este, y la edificación y el amurallamiento por el  sur,  de un área periférica en la trama urbana actual que define el Tuy tradicional de toda la vida.

Área peatonal a mayores de la del casco histórico

          Los condicionantes naturales y urbanísticos de esta ciudad antigua no admiten, sin riesgo de confinamiento, restricciones adicionales de acceso a la misma. Las comunicaciones son un factor fundamental de desarrollo; recortarlas lleva aparejada  disminución de vitalidad. La perspectiva temporal de la actividad comercial en Tuy permite comprobar su evolución espacial vinculada a la de las comunicaciones y la movilidad. Tiempo atrás la C/ Cuenca encauzaba el comercio que generaba el transporte de mercancías por el río dada su proximidad al mismo. Al decaer y desaparecer este  medio de transporte  la actividad fue desplazándose al centro moderno constituido por C/ Calvo Sotelo y el Paseo de la Corredera, gracias a la más eficiente comunicación por carretera. Actualmente,  de modo acelerado, si no brusco, a raíz del febril despliegue de políticas generalizadas e indiscriminadas de peatonalización, el comercio está abocado a abandonar esta zona, y así se está percibiendo, de este ámbito principal a las llamadas calles nuevas. 

          Crear una gran plaza unificando el Paseo de la Corredera y la C/ Calvo Sotelo,  es, en teoría, y en términos estrictamente urbanísticos,  un acierto;  pero no se puede desconsiderar el contexto actual ya que el acierto en cuestión no va más allá de la esfera de las ideas si no toma tierra y se enfrenta con la realidad. Para que tal idea fructificase en acierto sería preciso  que el casco urbano de Tuy tuviese, al menos, treinta o cuarenta mil habitantes, mínimo de población necesario para llenar de vida ese gran espacio, y además de que los diferentes niveles del suelo en toda la longitud de este ámbito lo permitiesen (que no). Como tal supuesto poblacional se prevé muy, pero que muy lejano, durante todo ese tiempo incalculable devendrá en un lugar desangelado, casi vacío la mayor parte de todos esos años, sin otro atractivo que el que puede ofrecer la hostelería. Califico, pues, esta actuación municipal de extemporánea, de adelantada en exceso en el tiempo. No creo equivocarme con que sería más que suficiente con disponer de una plaza conformada por la unión a nivel de suelo de las mitades sur del Paseo de la Corredera  y de la C/ Calvo Sotelo, incorporando  la plaza de la Inmaculada.

          Vista la imposibilidad física de unir el Paseo de la Corredera y la C/ Calvo Sotelo (vial este a la vez que tramo de carretera nacional de comunicación, única no hace mucho, con Portugal) en sus mitades norte dada la insalvable diferencia de niveles existente (la unión espacial ya existe), cortar la circulación rodada de dicha calle y en parte de la C/ Augusto Glez. Besada carece de justificación y utilidad práctica, con el inconveniente añadido de que aleja en demasía, para ir caminando, llueva o hiele, desde los escasos y apartados lugares de aparcamiento, a determinados servicios de inexcusable comparecencia situados en el casco antiguo: Casa Consistorial, Hacienda, Seguridad Social y Policía Nacional.

          Se trata de una intervención aventurada que, por su impacto y trascendencia, merecía consulta previa a la población, pero es costumbre de este gobierno tercamente encastillado, de probado rechazo al diálogo, actuar con indiferencia del sentir y opinión de los administrados.

 

                     José Antonio Quiroga Quiroga