jueves, 4 de diciembre de 2025

NAVIDAD

         La Navidad camina hacia la luz. Galaxias formadas por millones de bombillas LED configuran hoy el tradicional firmamento de estrellas de la Navidad.  


Adoradores del tótem de luz

         En este deslumbrante universo lumínico de cielos bajos, las galaxias LED libran  batalla por ser la más brillante y atractiva del planeta. Pugnan por poseer el cono de luz más alto y cegador, faro psicodélico símbolo del árbol de Navidad, de la abundancia de bienes y regalos materiales, de la satisfacción de los sentidos, en cuyo vértice han colocado, fraudulentamente,  la estrella guía del camino a Belén.

         La Pascua navideña camina, corre prosaicamente hacia la luz del consumo que ilumina los pesebres del comercio.  

         La Navidad celebra la venida de Jesucristo, luz del mundo, pero esa es otra luz, otra historia.

 

                             José Antonio Quiroga Quiroga

viernes, 21 de noviembre de 2025

Tuy apartheid peatonal

         Hay “humanizaciones” que devienen en menor presencia de humanos; y movilidades que implican recorte de movilidad. Ambas paradojas se dan en Tuy, población en la que no se peatonalizan determinadas calles sino ámbitos enteros: el Recinto Histórico, que abarca el Casco Histórico y el área perimetral contemporánea conocida como Zona de Respeto;  el Tuy de toda la vida. Y no se peatonalizan como solución al decaimiento del comercio, con mayor incidencia en las calles estrechas, debido a la congestión de tráfico, exceso de ruidos y contaminación atmosférica o, incluso, a la ausencia de un paseo,  porque ninguna  de las expresadas circunstancias concurren en Tuy.

                             Ámbito peatonalizado,  viernes,  medio día

        El gobierno local no da las razones que le impulsaron a acometer esta molesta, costosa, perturbadora y restrictiva obra de peatonalización. Se parapeta en que se trata “de un proyecto europeo”, (Europa no redacta proyectos de peatonalización para ninguna localidad de la Comunidad, pero sí financia proyectos municipales de esta índole), referencia de autoridad que  resuena como sinónimo de obligado acatamiento, al que se acoge a la vista del rechazo social que suscita al no medir su encaje ni sus   consecuencias. Menos mal que las citas ineludibles a organismos administrativos: Ayuntamiento, Hacienda, Seguridad social y Policía Nacional, además de a la catedral para asistir a los oficios litúrgicos, garantizan un mínimo de transeúntes que rescatan, en parte,  al anchuroso espacio de convertirse en un recinto desolado.

             Tramo norte del ámbito peatonalizado, viernes, medio día

        El modelo urbanístico disociativo: vehículos por un lado y personas por el otro, ensayado en algunas ciudades europeas, fracasó hace tiempo con sonado estrépito. La corriente actual aboga por la coexistencia de vehículos, circulando a baja velocidad, y personas,  que se está imponIendo en las ciudades como solución más conveniente. La expulsión de los coches de la c/ Calvo Sotelo con la peatonalización emprendida en nada contribuye a la habitabilidad de los inmuebles sin sótano de garaje de esta calle, ya que los potenciales residentes tendrán que aparcar sus vehículos en calles alejadas de sus viviendas.

               Obras de peatonalización de la C/ Augusto Glez. Besada

        Las verdaderas humanizaciones se deben, fundamentalmente, a las máquinas, al desarrollo tecnológico, que no a las mejoras de firmes, ampliaciones de aceras o peatonalizaciones sin criterio, que  han rescatado a la humanidad de penosidades laborales arriesgadas e insalubres,  y han traído el progreso. El coche es hoy día medio imprescindible vinculado a la libertad personal de movimientos y al desarrollo económico de la sociedad, que el gobierno del alcalde Cabaleiro, por capricho y  adhesión ciega a la corriente política del momento, ha proscrito del Tuy tradicional al convertirlo en mustio apartheid peatonal apartado de la corriente de actividad. Acaso ¿era necesaria mayor holgura peatonal disponiendo del espléndido y céntrico Paseo de la Corredera? ¿ Es, pues, suficiente justificación del gasto realizado y de los venideros perjuicios del confinamiento impuesto la sola utilidad de poder caminar a las anchas de cada cual?

        En breve, para mayor constatación de la falta de perspectiva municipal, y para contrariedad de los tudenses, sobre todo de los conductores provenientes de las parroquias, desaparecerá, por construcción de un edificio de viviendas, uno de los “leiraparking” (solar habilitado para aparcamiento del público), colindante a las calles La Guardia y Orense, que da cabida a 120 vehículos. Esta merma de aparcamiento agravará sensiblemente el problema de escasez de esta disponibilidad que viene padeciendo desde hace demasiado tiempo el núcleo urbano; y que distanciará más el apartheid peatonal de estos lugares de aparcamiento provisional, como también de la plaza de abastos, lo cual invita a presuponer que repercutirá negativamente en la afluencia de usuarios. No es considerado, diría que poco humano, obligar a las personas a largos recorridos a pie, portando bultos o sin ellos, al margen del estado de sus piernas y de las condiciones atmosféricas.

        Está bien que el gobierno municipal se afane en  captar el máximo de recursos  aprovechando la oportunidad que ofrece el maná de los fondos europeos Next Generation; pero ello tiene poco valor si los proyectos presentados que han obtenido financiación apenas tienen utilidad social, cuando no entrañan un perjuicio. Diríase que el orden de prioridades de este gobierno está invertido en cuanto que se postergan las necesidades apremiantes en beneficio de lo aparente. Y este no es el camino del progreso.

 

                                      José Antonio Quiroga Quiroga  


martes, 7 de octubre de 2025

El adoquinado de la Plaza de La Inmaculada y otros desaciertos

            En la remodelación de la Plaza de la Inmaculada de Tuy solo encuentro un aspecto positivo: la ampliación frontal del espacio por integración en un solo plano  del tramo colindante, ligeramente más bajo, de la calle Calvo Sotelo. Tramo que, prácticamente,   ya formaba parte de la plaza tras ser peatonalizada dicha calle. El resto del proyecto  ha sido un  desacierto redondo.

Plaza de La Inmaculada, estado anterior a la ampliación


Estado actual de la Plaza de La Inmaculada

          Sustituir la nobleza material de las losas de piedra de la plaza por grises adoquines supone rebajar la categoría ambiental preexistente, acorde con la principalidad que confieren la centralidad urbana del espacio, el conjunto escultórico que acoge  y la singularidad del carácter arquitectónico del edificio público que solemnemente  preside.

          No parece coherente pavimentar aceras y tramos de calles menores con losas de granito y emplear el menudillo granítico de oscuros adoquines, más propio en ambientes históricos y rústicos y lugares carentes de particularidad alguna,  para pavimentar una plaza representativa de indiscutible carga identitaria.

         Un desacierto arquitectónico-constructivo sin paliativos ha sido el  modo de incorporar sendas rampas al rellano de la escalera exterior de acceso al edificio de los antiguos juzgados. En lugar de tratar de preservar en cierta medida el carácter e identidad geométrica de dicha plataforma armonizando las proporciones de las mismas, anchura y longitud, con arreglo a la función complementaria que cumplen, acometen contra ella invadiéndola y sepultándola de extremo a extremo, dejando asomar pobremente tan solo el tramo frontal de los escalones perimetrales, cual testimonio residual de su alterado diseño y diferenciación pétrea. Lo correcto hubiera sido que las dos rampas tuviesen menor anchura, aunque suficiente funcionalmente, de modo que permitiesen un remate lateral de los escalones de borde con entidad bastante para no desvirtuar su presencia, que no cortados abruptamente de cuajo. Y menor longitud, sin que con ello, ya que hay margen de sobra, incumplan la pendiente máxima permitida, pues como arrancan dichas rampas  de los extremos de la fachada del edificio al que sirven, su trazado se interpone  a la trayectoria natural en diagonal de los transeúntes que recorren la plaza en dirección a las calles que flanquean el edificio, dando lugar a tropezones de alcance imprevisible.


Remate de encuentro de rampa y peldaños de borde de la plataforma

Invasión de la plataforma por las rampas



Bordillo de altura variable causante de tropezones 


Bordillo de altura variable  causante de tropezones 

          En orden de menor importancia está el capricho de singularizar los dos quioscos, de fábrica de ladrillo, junto con los respectivos árboles más próximos, delimitando un área diferenciada con losas de piedra en contraste con el adoquinado general de la plaza. Capricho de diseño irrelevante que, sin embargo, no incluyó, pese a su incomparable categoría, el conjunto escultórico del Padre Salvado.


                      Área diferenciada mediante enlosado de piedra

          Cuánta incompetencia, cuántas molestias soportadas y cuánto dinero empleado concurrieron en  tan lamentable resultado.

 

                                     José Antonio Quiroga Quiroga

 

 


domingo, 28 de septiembre de 2025

El nuevo e inadecuado nombre de "Corredoira" dado al Paseo de la Corredera de Tuy

           Con mayor o menor rigor y fortuna, al amparo de la normalización lingüística, se adaptó al gallego el nomenclátor del  callejero tudense. Con el cambio, la denominación Paseo de la Corredera pasó a llamarse Paseo da Corredoira, traducción o remisión al origen del vial de dudosa fiabilidad, además de contradictoria en los términos en cuanto que el concepto de paseo está reñido dimensionalmente con la definición de corredoira: “Camiño de carro, estreito e profundo, que discorre entre valados ou outras elevacións do terreo”.

          Se sabe que la denominación “corredera”, que rotula determinados espacios públicos de algunas ciudades españolas, se debe a que en ellos  se corrían los caballos de las ferias de ganado para probarlos. Desde tiempo inmemorial, hasta hace no mucho, en Tui se venían celebrando ferias de ganado en lugar muy próximo al actual Paseo de la Corredera, hoy Plaza de Galicia y superficie aledaña; de ahí que, en principio, parece consecuente el nombre dado al Paseo por excelencia de Tuy.

Paseo de la Corredera de Tuy

          Con ocasión de un escrito de un historiador local publicado en Facebook en que se menciona a “Ponte Nova da Corredoura” en la parroquia de Pexegueiro, y dada mi disconformidad con la denominación de “corredoira” dada al Paseo referido, le pregunté por su opinión respecto de la aparente falta de lógica. No se pronunció sobre la misma,   pero me remitió acerca de su posible origen a una nota del historiador Ávila y La Cueva que refiere textualmente el vial como “Corredera”, como también a la transcripción de un protocolo de 1371 de un tal Nuno Gonçalves, que reproduzco, en la que aparece la palabra “corredoyra”, vocablo portugués antiguo que derivó en “corredoira”, para referenciar la ubicación del primitivo convento dominico de Tuy:

          Pero la palabra “corredoira” tiene en portugués un significado diferente a la homógrafa en gallego, que el “Dicionário Infopedia da Lingua Portuguesa” define así: “Rua larga (en español, ancha, amplia) e direita, propia para corridas.

          Procede advertir que perdura la duda acerca de la ubicación  real del antiguo convento dominico (fundado en 1272-1274), que distintas fuentes sitúan en otros tantos emplazamientos. Carmen Manso Porto (historiadora del arte)  recoge en la publicación: “El convento de Santo Domingo de Tui en la España sagrada de Enrique Flórez” que Vila (Suso) lo sitúa extramuros, en el camino público que iba de la puerta de la Corredoira (antiguo arrabal)  para San Giao dos Malatos (San Julian de los leprosos o gafos), que entonces se denonimaba Camino de arriba.

          Nada invita a presuponer que un convento se edifique “a la par”  de una corredoira, entendida como camino de carro, estrecho y profundo, ni que se acceda a un arrabal urbano por un vial tan precario.

          Aparcadas las suposiciones, tan frecuentes en los relatos históricos, me atengo a la certeza de que la nueva denominación no hace justicia al magnífico Paseo de Tuy, lo desmerece. Sugiero, por tanto, que el Ayuntamiento reconsidere la denominación dada al tradicional Paseo de la Corredera en atención a rotularlo con arreglo a la dignidad que le corresponde.

 

                               José Antonio Quiroga Quiroga

lunes, 1 de septiembre de 2025

La controvertida peatonalización del Tuy tradicional

           El corazón del casco histórico de Tuy, “la colina de piedra”, siempre fue peatonal por imperativo de la orografía en ladera. Tras peatonalizarse recientemente todo el casco medieval, el gobierno municipal  extiende ahora la restricción de vehículos al recinto histórico, ámbito que comprende la urbe antigua y la zona de respeto a la misma o área contemporánea. Esta barrera normativa completa por el norte y el oeste el aislamiento al flujo de   vehículos y en parte de personas  que el río establece por el este, y la edificación y el amurallamiento por el  sur,  de un área periférica en la trama urbana actual que define el Tuy tradicional de toda la vida.

Área peatonal a mayores de la del casco histórico

          Los condicionantes naturales y urbanísticos de esta ciudad antigua no admiten, sin riesgo de confinamiento, restricciones adicionales de acceso a la misma. Las comunicaciones son un factor fundamental de desarrollo; recortarlas lleva aparejada  disminución de vitalidad. La perspectiva temporal de la actividad comercial en Tuy permite comprobar su evolución espacial vinculada a la de las comunicaciones y la movilidad. Tiempo atrás la C/ Cuenca encauzaba el comercio que generaba el transporte de mercancías por el río dada su proximidad al mismo. Al decaer y desaparecer este  medio de transporte  la actividad fue desplazándose al centro moderno constituido por C/ Calvo Sotelo y el Paseo de la Corredera, gracias a la más eficiente comunicación por carretera. Actualmente,  de modo acelerado, si no brusco, a raíz del febril despliegue de políticas generalizadas e indiscriminadas de peatonalización, el comercio está abocado a abandonar esta zona, y así se está percibiendo, de este ámbito principal a las llamadas calles nuevas. 

          Crear una gran plaza unificando el Paseo de la Corredera y la C/ Calvo Sotelo,  es, en teoría, y en términos estrictamente urbanísticos,  un acierto;  pero no se puede desconsiderar el contexto actual ya que el acierto en cuestión no va más allá de la esfera de las ideas si no toma tierra y se enfrenta con la realidad. Para que tal idea fructificase en acierto sería preciso  que el casco urbano de Tuy tuviese, al menos, treinta o cuarenta mil habitantes, mínimo de población necesario para llenar de vida ese gran espacio, y además de que los diferentes niveles del suelo en toda la longitud de este ámbito lo permitiesen (que no). Como tal supuesto poblacional se prevé muy, pero que muy lejano, durante todo ese tiempo incalculable devendrá en un lugar desangelado, casi vacío la mayor parte de todos esos años, sin otro atractivo que el que puede ofrecer la hostelería. Califico, pues, esta actuación municipal de extemporánea, de adelantada en exceso en el tiempo. No creo equivocarme con que sería más que suficiente con disponer de una plaza conformada por la unión a nivel de suelo de las mitades sur del Paseo de la Corredera  y de la C/ Calvo Sotelo, incorporando  la plaza de la Inmaculada.

          Vista la imposibilidad física de unir el Paseo de la Corredera y la C/ Calvo Sotelo (vial este a la vez que tramo de carretera nacional de comunicación, única no hace mucho, con Portugal) en sus mitades norte dada la insalvable diferencia de niveles existente (la unión espacial ya existe), cortar la circulación rodada de dicha calle y en parte de la C/ Augusto Glez. Besada carece de justificación y utilidad práctica, con el inconveniente añadido de que aleja en demasía, para ir caminando, llueva o hiele, desde los escasos y apartados lugares de aparcamiento, a determinados servicios de inexcusable comparecencia situados en el casco antiguo: Casa Consistorial, Hacienda, Seguridad Social y Policía Nacional.

          Se trata de una intervención aventurada que, por su impacto y trascendencia, merecía consulta previa a la población, pero es costumbre de este gobierno tercamente encastillado, de probado rechazo al diálogo, actuar con indiferencia del sentir y opinión de los administrados.

 

                     José Antonio Quiroga Quiroga

 

sábado, 2 de agosto de 2025

A propósito de títulos y currículos falsos

          Afortunadamente para los falsarios de títulos universitarios, en la política municipal no se exige presentar el currículum vitae. Circunstancia que permite que  personajes de esta condición consigan que la gente crea que poseen  títulos académicos que no han obtenido, sin que puedan ser acusados formalmente de impostura.

          Abordo la falta de integridad de algunos representantes públicos, estimulado por la actualidad vergonzante de determinado número de políticos pillados en renuncios de orden académico, centrándome en la persona  del actual alcalde de Tuy, Enrique Cabaleiro González, del cual albergo fundamentadas dudas de que, en contra del estado mayoritario de opinión de los tudenses, posea licenciatura en Derecho.   

Enrique Cabaleiro, Alcalde de Tuy

           En cierta ocasión, y al poco de acceder a la alcaldía, un conocido mío que, en el inicio de los estudios de Derecho, había coincidido en la universidad de Santiado con Enrique Cabaleiro, me comentó que dudaba que hubiese finalizado la carrera “porque fue quedándose atrás”. Consulté Wikipedia (Galipedia) que recoge lo siguiente: Artigo-Conversa: “nado en Tui, é un avogado e político galego do PSdeG-PSOE. El primer dato es incorrecto (nació en Saldeda), y no hay rastro alguno de que haya ejercido la abogacía.

             A continuación, para disponer de más completa información de su perfil académico, le pregunté,  en su muro de Facebook, en el que consta que Estudió Derecho en la Universidad de Santiago, si, en efecto, era licenciado en Derecho: no obtuve respuesta alguna. Días más tarde, volví a formularle la misma pregunta, aclarando que no me importaba gran cosa el título (no es en sí mismo relevante para desempeñar el cargo), pero ya que está al frente de la nave tudense, era de ese tipo de personas que cuando se fijan un objetivo no cejan hasta conseguirlo: tampoco respondió. En la tercera tentativa, un tanto provocadora,  aporté copia de textos sacados del BOE, acerca de su situación laboral: auxiliar administrativo del Cuerpo Judicial en el penal de A Lama (Pontevedra) en situación de excedencia: El resultado, contundente, ha sido el bloqueo definitivo de mi perfil.

       ¿Qué motivos conducen a  representante público a guardar silencio ante una simple e inocua curiosidad de un contribuyente, y a reaccionar  bruscamente  bloqueando mi perfil, si en verdad es licenciado en Derecho?

        No parece, pues, creíble lo que recoge Wikipedia, ya que raramente un abogado abandona su profesión para opositar a la plaza de auxiliar administrativo en la Administración Pública. Ni defendible su postura. 

            A un alcalde le exijo sinceridad, transparencia, ética y respetabilidad en cuanto representante máximo de una ciudad. 

 

                                José Antonio Quiroga Quiroga

martes, 8 de julio de 2025

El recurso de asomarse al precipicio

           Como el falso suicida que amaga con arrojarse al vacío, el alcalde de Tuy, Enrique Cabaleiro, cuando se ve incapaz ante el bloqueo de sus propósitos de gobierno, se asoma al precipicio y amenaza con despeñarse.

          Su contrastada indisposición al diálogo y a la negociación, aún en situación de minoría, sugieren un espíritu necesitado de afirmación imponiendo tercamente su voluntad. Y de resarcimiento, quién sabe si de corrosivas frustraciones, cuya íntima amargura parece reflejarse en su atormentado semblante de pocos amigos.

                                     Enrique Cabaleiro, Alcalde de Tuy

          El recurso al victimismo, que tan bien encaja en su figura, le empuja a la inmolación fingida,  a amenazar con romper la baraja cuando se le tuercen las cosas. El primer recado de farol tuvo lugar al discutirle la oposición el aumento de las remuneraciones por las dedicaciones exclusivas del alcalde y de cuatro de sus concejales  delegados: “si las cantidades que proponemos no son aceptadas, ¡ME VOY!” es decir, parafraseando la copla popular; ahí os quedáis, descompuestos y sin alcalde (se iría, claro, al atractivo puesto de auxiliar administrativo en el penal de A Lama).

          Otro asomo suicida, en  apariencia, fue la apuesta de vincular la aprobación automática de los presupuestos, desestimados en primera instancia, al éxito de una moción de confianza calculada (la primera en la historia del acontecer municipal de Tuy); o bien a que la moción de censura que el rechazo de la de confianza daría paso, con plazo de vencimiento de un mes, no se lleve a cabo por la extrema dificultad de acuerdo entre el PP y el BNG.      

          El PP, escarmentado con el resultado de la anterior moción de censura, que tan favorable resultó para el desalojado del poder en la siguiente convocatoria electoral,  gracias a la orquestación de una imponente campaña victimista, con manifestaciones callejeras integradas por simpatizantes traídos de los municipios del entorno, y gran aparato propagandístico,  ya adelantó que no la presentará.

          El talante incriminador en respuesta al argumentario de los adversarios, acompañado del trato desabrido, y ofensivo por momentos, que viene dispensando el alcalde Enrique Cabaleiro a una oposición moderada y respetuosa, exquisita la del exportavoz de C21,  por el mero hecho de cumplir con su cometido, revela que para este regidor el bastón de mando,  lejos de servir para alcanzar conciertos fructíferos,  lo emplea para fustigar a los rivales para  enfado  y creciente distanciamiento de los mismos.

          Faltan dos años para el término del mandato. Muy duro y largo se le presenta al actual mandatario el trayecto por recorrer, ahora que está en minoría al faltarle el apoyo del BNG, ya que, tozudamente enrocado en la suficiencia, no busca la concordia ni quiere saber de acuerdos y alianzas, salvo para luego incumplirlos.

 

                               José Antonio Quiroga Quiroga

 

    

 

 

 

viernes, 6 de junio de 2025

Octavo centenario de la consagración de la catedral de Tuy

          El pleno de la Corporación municipal de Tuy, de 29/05/2025, abordó la aprobación de la solicitud de declaración de acontecimiento de excepcional interés público el octavo centenario de la consagración de la catedral de esta ciudad

          La magnitud y resonancia de esta celebración, que abarca un extenso programa de actividades, no solo de índole religiosa sino también de orden cultural y de exaltación de su valor patrimonial, cabe predecirlas atendiendo a la categoría y número de entidades que participan en ella: Catedral de Tuy; Cabildo de la Catedral; Delegación del Gobierno de Galicia; Xunta de Galicia; Diputación de Pontevedra; Cámara de Comercio de Tuy; Cámara de Comercio de Valença; Misión de Coordinación e Desenvolvemento do Norte de Portugal; Consorcio de la Zona Franca de Vigo; Paradores de España; y los tour operadores: TUI; Clúster de Turismo de Galicia y Exitour.  

             Es incuestionable la importancia y carácter  multidimensional de la catedral en cuanto faro espiritual y referente socio-cultural, patrimonial y turístico, además de símbolo identitario de la ciudad. Valores todos ellos que participan conjuntamente y de manera significativa en la efeméride imprimiéndole un carácter que trasciende el estrictamente religioso al impregnar y repercutir en la esfera civil. Es indudable que esta magna celebración centenaria proyecta poderosamente la imagen de Tuy como urbe de relevancia histórica al tiempo que revitaliza la actividad cultural y económica de la ciudad.

          La solicitud de declaración de acontecimiento de excepcional interés público,  cuya pretensión es la mera obtención formal del refrendo institucional de dicha categoría, en razón a las ventajas que conlleva, entre ellas bonificaciones fiscales, no entraña, pues, pronunciamiento alguno en favor del credo católico. Dado que los beneficios materiales que esta celebración reportará a Tuy se prevén de importancia, era  esperable  el apoyo unánime de la Corporación. Pero, lamentablemente, no ha sido así; el BNG, que había determinado votar en contra, ante el plante de uno de sus cuatro representantes, acordó finalmente abstenerse; actitud que revela, una vez más (negativa a que se construya un aparcamiento subterráneo), que este grupo político antepone la ideología  de partido a los intereses de Tuy.  

                              José Antonio Quiroga Quiroga

jueves, 1 de mayo de 2025

La banda sonora de la fiesta de San Telmo (Tuy)

         Hasta hace bien poco la fiesta de San Telmo de Tuy giraba invariablemente en torno a un formato típicamente parroquial: una comisión de fiestas, constituida por voluntarios al margen de la legalidad asociativa y fiscal, era la encargada de organizarla. La financiación, sin rendición de cuentas al público, se obtenía mediante el aporte principal del Ayuntamiento (mero colaborador económico), de los donativos rogados a empresas y particulares y  de los ingresos por publicidad y venta de rifas. La megafonía, instalada en todo el centro urbano, funcionaba permanentemente alternando música y publicidad comercial (ferias y fiestas), inundando con molestos decibelios, tal y como sigue sucediendo hoy día, toda esta área residencial. Solo faltaban las pujas para completar el cuadro costumbrista. 

        Este patrón de funcionamiento precario y aventurado,  basado en la confianza de que unos cuantos voluntarios se constituyesen en  comisión de fiestas  (en una ocasión  el festejo estuvo al borde de no celebrarse porque no se constituía el grupo), no dejaba en buen lugar al ayuntamiento de Tuy, con jerarquía histórica y urbe con título de ciudad. Entendí entonces que la manera más eficaz de evidenciar esta dejación competencial municipal extravagante  y ser escuchado, era exponerla en público a través de Cartas al Director. Tras varias celebraciones patronales y oportunas Cartas al Director, publicadas en la prensa provincial, el Ayuntamiento resolvió tomar las riendas de la fiesta patronal  asumiendo la responsabilidad financiera, la confección del programa y su ejecución  al entender que era cometido, y principal, de la concejalía de cultura.

        Las sugerencias formuladas en las referidas Cartas fueron surtiendo efecto y la fiesta patronal poco a poco ha ido despojándose de algunos aspectos  vulgares y molestos, pero todavía evidencia determinadas adherencias fastidiosas que remiten al “torreiro” de parroquia (lugar generalmente apartado destinado para fiestas) en que la música es el pregón acústico que las anuncia y ameniza. Por San Telmo, durante diez días de celebración, el centro urbano de Tuy es una réplica del tradicional “torreiro”, en que la música martillea inclemente durante nueve horas al día. En Tuy centro, no es posible evitar la fiesta porque la fiesta viene irremediablemente al encuentro, no puedes escaparte o abstraerte porque penetra vigorosa en los domicilios perturbando el recogimiento, los trabajos, y el descanso de enfermos y sanos,  residentes y visitantes (mayormente madrugadores peregrinos que se acuestan temprano).  Tampoco hay razón ni general interés en  que el desarrollo de las pruebas deportivas se difunda por la omnipresente megafonía con bocinazos de estímulo competitivo que  alcanzan todos los rincones.

        Conforme se ha prescindido de los tradicionales cohetes y bombas de palenque  que inquietan a perros y pájaros; las personas demandamos que se acabe, o, al menos, se reduzca y mitigue el insufrible y continuado machaqueo acústico que, para más inri, suele ser cansina música de percusión,  sin más tregua que las tres horas centrales del día.

        La megafonía es necesaria en toda fiesta, pero no se debe abusar de ella ni del volumen acústico.

        Tanta alegría festiva permanente en el aire, francamente “no se pué aguantá”.

 

                                     José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 25 de enero de 2025

La apertura norte de la C/ Orense y la casa "Patazumba"

 

Ningún inmueble a título individual, excepto aquellos de excepcional singularidad y valores históricos y artísticos, y menos una parcela de terreno, que no forme parte de un conjunto de cierta entidad patrimonial, debe condicionar la ordenación urbana de una ciudad.

La desaparición de la casa de la finca “Patazumba” estaba escrita en el Destino incluso antes de la redacción del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).  Ha sido el trazado de la red viaria urbana, concretamente  la apertura norte de la C/ Orense, el ejecutor del designio; sin embargo, de no toparse con el inmueble, el agente que acabaría con ella sería la mayor edificabilidad futura inherente a toda expansión y desarrollo urbano, pues ningún propietario del conjunto de cuatro casas unifamiliares alineadas  con la Avda. de la Concordia, incluida  la predestinada a ser demolida, admitiría el agravio de que el PXOM dictase la conservación de los volúmenes actuales  sin posibilidad de aumento del número de plantas establecido en B+3.

                              Cartografía  del entorno de la casa Patazumba

La casa de la referida finca, en situación de inminente derribo, de apreciable calidad estética pero de valor insuficiente para pertenecer al catálogo de inmuebles a proteger, no se encuadra en ninguno de los supuestos mencionados en el párrafo primero. Solo el hórreo, enclavado en la finca de tan pronunciado y sonoro  nombre,  posee la calificación de Bien de Interés Cultural y la protección urbanística que corresponden a todos los hórreos de más de cien años de antigüedad, bloquearía la apertura, pero el expediente administrativo, de marzo de 2006, instruido en el Juzgado de 1ª Instancia de Tuy, de traslado del hórreo, ha sido resuelto de modo que posibilita el trazado original del vial contemplado en el PXOM.

El BNG de Tuy, de ideario urbanístico de marcado carácter verde, romanticismo inmaduro y proclive  a sacralizar cualquier bien en razón de la mera antigüedad, como si los años otorgasen indiscutiblemente el derecho de permanencia, ha irrrumpido repentinamente, coincidiendo con la ruptura con el gobierno municipal, con pronunciamientos en contra  de la demolición de la casa “Patazumba” justo cuando empezaron las obras. Tiempo ha tenido para presentar una moción de modificación puntual del PXOM, como para alarmarse cuando ya no hay vuelta atrás.

Fachada principal de la casa Patazumba

     
                                      Vista trasera casa y finca Patazumba

Invariablemente, las propuestas urbanísticas del BNG se centran en la creación  de parques en cuanto pulmones urbanos (pese a que sabemos que se necesitan 22 árboles de porte medio para satisfacer las necesidades de oxígeno de una persona) y  lugares de encuentro y de fomento de la convivencia ciudadana, de los que abunda la ciudad de Tuy.  Diríase que el BNG padece los  síndromes de la falta de aire y de incomunicación o soledad.

Una muestra de la nociva radicalidad del BNG son las disparatadas  expresiones empleadas como argumentario, al calificar de “monstros de cemento” a las futuras edificaciones de B+3 alturas que flanquearán la C/ Rollo y Avda. de la Concordia. Ni don Quijote en su desvarío que le llevó a confundir molinos de viento con gigantes, llamaría monstruos a modestos edificios de vivienda. “Monstros que, al estar adscritos a los Polígonos de Ejecución Integral (PEI),  el 20 % de la edificabilidad residencial está reservada para vivienda sujeta al régimen de protección pública.

El oportunismo populista del BNG, que hipócritamente se postula como defensor del patrimonio histórico tudense,  queda en evidencia si nos remitimos al silencio sepulcral guardado por este partido cuando, ingenuamente, exigí judicialmente el cumplimiento de la Resolución Firme de la Consellería de Cultura acerca del administrativamente escandaloso y mucho más trascendente caso de la edificación ilegal denominada “Beira do Miño”.

 

                       José Antonio Quiroga Quiroga

viernes, 4 de octubre de 2024

La bandera saharaui en el balcón del Ayuntamiento de Tuy

           En febrero de 2016, durante el mandato municipal del cuatripartito: PSOE, BNG, Alternativa Tudense y Son, el pleno de la corporación aprobó la moción del BNG de apoyo a la causa saharaui. Este brindis al sol no tendría mayor trascendencia si no fuese seguido de la extralimitación del grupo de gobierno de exponer la bandera de este pueblo en el balcón del Ayuntamiento durante varios días; hecho que en aquel momento censuré como impropio e injustificable.

          Una sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo de Madrid acaba de  estimar el recurso de los vecinos de Ajalvir, condenando a este ayuntamiento por colgar   una pancarta del colectivo LGTBI  en el balcón de la Casa Consistorial durante el día del Orgullo y posteriores. En apoyo de su resolución el titular del juzgado remite a la   del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco que considera ilegal la instalación en edificios municipales de emblemas no oficiales, y recuerdan el principio de neutralidad ideológica del Estado, cuyo deber “impide que algún tipo de opinión o ideología sea fomentada, propiciada, asumida o de cualquier forma protegida por las Administraciones Públicas”; y a un fallo del TSJ de Navarra de 2017, que determinó que “cuando se trata de un edificio público, cual es el Ayuntamiento, no se puede hacer uso en el mismo, ni en el balcón principal ni cualquiera de sus fachadas o ventanas, de otra bandera que no sea la oficial o la propia bandera del Municipio.

          Asimismo, la sentencia del Tribunal Supremo de 2020 fija como doctrina, que no resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y en particular, con el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos, aun cuando no sustituyan, sino que concurran, con la bandera de España y las demás legal o estatutariamente instituidas.

          Sirvan estas referencias para evitar, bajo chantaje o libre acuerdo  con los socios de gobierno, dar cobertura institucional, a través de la exhibición en edificios públicos de emblemas, carteles y banderas, a posicionamientos ideológicos de cualquier signo.

          Sabemos que a los munícipes, nuestros concejales, les seduce sentirse, cuando consideran que la ocasión es propicia, diría que “influencers mundiales”, cuales representantes de la ONU, posicionándose  e interviniendo desde sus humildes escaños en asuntos de orden internacional, pese a que no sean capaces de gobernar con acierto su pequeño municipio o señalar en el mapa la región o país de cuya situación hacen causa.

 

                                     José Antonio Quiroga Quiroga      

 

domingo, 28 de julio de 2024

Hace calor en la plaza de abastos de Tuy

           Después de ejecutadas las obras de rehabilitación integral de la plaza de abastos de Tuy, por valor de 1.400.000 euros, y una vez reiniciada la actividad comercial en el mes de julio, se comprueba que en su interior hace mucho calor, circunstancia que afecta negativamente a la conservación de los productos y al confort de usuarios y placeros.

                            Plaza de abastos tras la reforma integral

          El bochorno reinante se debe, en parte,  a la insuficiencia de aislamiento térmico de la cubierta, al calor producido por la maquinaria y las personas, que los equipos de refrigeración instalados no alcanzan para combatir el efecto horno propio todo espacio cerrado en verano,  y,  fundamentalmente, a la ausencia de ventilación natural. Aumentar el caudal de aire frío instalando más unidades climatizadoras no es solución económica aconsejable por insostenible, sobre todo cuando el problema fundamental reside en algo tan básico como la ausencia de ventilación natural, error muy común en la climatización de grandes espacios cerrados cuando todo se fía a la costosa tecnología y no a un principio de la física llamado “efecto Venturi”, aplicable a estos casos por su sencillez, eficacia y economía. Se trata, pues, de rebajar la temperatura interior renovando el aire del interior del mercado por la succión que las corrientes externas del aire de altura producen. Un ejemplo doméstico, para mejor comprensión, de dicho efecto, es el que se produce en un vaporizador de perfume al accionarlo: la corriente de aire producida en la parte superior, más estrecha, hace que el líquido del recipiente  ascienda y salga al exterior por el tubo que en él se sumerge.

          Prueba de ello es que en la plaza de abastos anterior a la reforma integral, pese a la menor exigencia constructiva en algunos aspectos, como el aislamiento térmico, nunca hubo sensación de calor porque disponía de ventilación natural a través de aberturas en la cubierta. Se equivocan quienes argumenten que el aire caliente del exterior entraría por las aberturas de ventilación y el calor en el interior sería más intenso que si se mantiene cerrado el espacio.  Es sabido que el aire caliente, por su menor densidad, el tiende a subir y ocupar  capas atmosféricas más altas, sobre todo si es empujado por la corriente de tiro que se establece al abrirse las puertas automáticas. La renovación del aire mediante ventilación natural también contribuye a la disminución de la sensación de  bochorno porque rebaja la concentración de la humedad ambiental acumulada.

           Cierto que en invierno la dinámica térmica en el interior de la plaza de abastos se produciría en sentido inverso: el aire frío, más pesado, entraría por las aberturas de la ventilación natural, y desalojaría el más caliente del interior. Sin embargo, este proceso se evitaría fácilmente cerrando las aberturas mecánicamente.

          Imagino que el equipo de gobierno tratará de subsanar este inconveniente, en absoluto menor,  imputable a error del proyectista. La intervención que procede no es, pues, por el elevado coste y consiguiente trastorno del servicio, dotar de mayor aislamiento térmico a la cubierta, ni tampoco aumentar la potencia frigorífica de los equipos de climatización, sino algo tan básico y más económico como proporcionar de ventilación natural a la plaza de abastos.

 

                         José Antonio Quiroga Quiroga.

 

 

lunes, 1 de julio de 2024

Fama de buen gestor

La consideración de buen gestor que cierto número de tudenses tiene del alcalde  Enrique Cabaleiro, se debe, exclusivamente, al número de subvenciones obtenidas últimamente para  determinados proyectos, y a la importancia económica de las mismas. Probablemente tendrían opinión más ajustada si valorasen aspectos como la prioridad en resolver las necesidades más apremiantes, la utilidad real de los proyectos ejecutados o el perjuicio derivado de algunos de ellos, caso de las humanizaciones que  destruyen plazas de aparcamiento.

 Tal reconocimiento comenzó a fraguarse a partir del 2021, año en que estuvieron operativos los fondos europeos NextGeneration del Plan de Recuperación para Europa posterior a la COVID-19, por un total de 2,018 billones de euros, de los cuales a España le corresponden 750.000 millones. La dificultad del Gobierno central de encontrar destino a esta lluvia de millones, ha propiciado que éste resuelva financiar, sin mayores exigencias, proyectos municipales de toda índole. Basta recordar los cinco años de gobierno de Enrique Cabaleiro, anteriores a la aprobación del maná europeo,  que se caracterizaron por la ausencia de obras y la reiterada como absurda presunción de que bajo su inoperante batuta cada año engordaba el Remanente de Tesorería; como si el Ayuntamiento fuese una entidad de ahorro y no de reversión de los tributos en bienes para servicio público. 

                                                        Enrique Cabaleiro, alcalde de Tuy

Para valorar la competencia gestora del alcalde Enrique Cabaleiro, no es necesario referirse al abstruso y tortuoso cambio del sentido de circulación en el casco urbano, a la comercialmente perniciosa peatonalización de la mitad de la C/ Calvo Sotelo, ni tampoco a la innecesaria e intrascendente, salvo la reducción de plazas de aparcamiento, humanización de la C/ Lugo; basta reparar en la definitoria gestión llevada a cabo en la adjudicación, construcción y explotación del  aparcamiento soterrado, cuyo desenlace de renuncia unilateral, nadie duda en calificar de desastroso y gravoso en extremo, salvo el alcalde, que torpemente trata de remendar el daño diciendo que “para nada se ha perdido el tiempo;  y que nada se paga a cambio de nada, ya que ahora se dispone de un anteproyecto de parking, y un estudio de viabilidad”. El anteproyecto solo es válido para la geometría del lugar para el que fue redactado, como el estudio de viabilidad que, a mayores, carece de utilidad por tratarse de la viabilidad empresarial, que no de la correspondiente a la explotación municipal. La particularidad de inservibles, tanto el anteproyecto como la viabilidad, toma cuerpo tras el acuerdo tácito BNG-PSOE,  de no construir un aparcamiento en el subsuelo del actual en superficie (espacio que el BNG reserva en exclusiva para parque arbolado,  sin que le conmueva el grave y prácticamente irresoluble problema que su caprichoso veto genera). Acuerdo al que se adhiere la oposición, pues, si así no fuese, ¿a qué viene que unos y otros propongan comisiones de  trabajo para, “entre todos”,  tratar de encontrar una ubicación de consenso del futuro parking? Del tiempo perdido (unos cuantos años), sobra cualquier comentario.

No es propio de un buen gestor encargar informes, de dudosa valía y coste desconocido, para estimar la cuantía a indemnizar, cifrada en 142.000 euros, estando pendiente el dictamen del Consello Consultivo de la Xunta, que la sitúa, para descrédito de los mismos, en 207.800 euros.

Previamente, como parte de la serie por entregas de este inquietante culebrón,  las cantidades a indemnizar comenzaron con la risible y no justificada cantidad de 11.000 euros, para pasar, en aprobación plenaria, a 74.000 euros; luego, a 142.000 euros, según los referidos informes, y, últimamente, que no finalmente (la cantidad definitiva la establecerán los tribunales), a 207.800 euros. Diríase que el alcalde dosifica el alcance del impacto de la indemnización para  que la ciudadanía se vaya amoldando progresivamente a los golpes antes de recibir el último.

Para serenar los ánimos, en el pleno extraordinario de aprobación de los  presupuestos generales incluyendo la cantidad a indemnizar fijada por el Consello Consultivo, el alcalde se apresuró a declarar que asume la responsabilidad política (de sus propios errores): obviedad inevitable, carente de significado y concreción, que ha debido de dejar a la población tranquilísima y muy satisfecha.

 ¿Qué comporta la asunción de responsabilidades políticas más allá del coste electoral? Nada. Nada que resarza el perjuicio causado ¿Significa entonces que dimitirá, sobre todo si la cantidad a indemnizar afectase seriamente la economía municipal? Cabe, pues, aventurar que, si bien la cantidad reclamada es de tres millones de euros, la que establezcan los tribunales de justicia será superior a la fijada por el Consello Consultivo (207.800 euros), ya que la empresa adjudicataria sale doblemente perjudicada de la renuncia municipal, ya que no construirá el aparcamiento y, consecuentemente, es despojada de la explotación del servicio de garaje por cuarenta años.

El portavoz de C 21 resumió elocuentemente la gestión del alcalde Enrique Cabaleiro, al calificar la indemnización pendiente como “El impuesto de la incompetencia”.

 

                                José Antonio Quiroga Quiroga

 

 

 

domingo, 2 de junio de 2024

Mandatario sin criterio

          A la vista de la insensible obra de “humanización” de la Travesía de Santo Domingo (Tuy), diríase que  en la parte alta del recinto histórico de la “Colina de Piedra” tuvo lugar una erupción volcánica cuyo magma de hormigón está cubriendo, inexorablemente si la Administración competente no lo remedia,  el recorrido de este  entrañable camino en pendiente que discurre entre muros protegidos de mampostería,  que conduce y desemboca en sentido descendente  en el monumento nacional o iglesia que le da nombre.

    Travesía de Santo Domingo (Tuy)

          La desolada aridez de este reguero ceniciento de hormigón, que ahoga cualquier  asomo de brote verde en su pulida y anodina superficie, contrasta bruscamente con los materiales, permisivos con la vida vegetal, e impronta ambiental característicos de los muros de mampostería que lo flanquean, y rompe de manera desconsiderada con el tradicional carácter y  armonía  de este ámbito patrimonial.

                                                    Tramo superior


    Vista superior de la Travesía de Santo Domingo, 
     en que se aprecia una cuña de "encachotado"
    de piedra a modo de caprichosa bisagra


Botón de muestra de injustificada cursilería 



Chimeneas industriales sin el preceptivo revestimiento, 
que contribuyen a la degradación ambiental


Empedrado de una calle de Zufre (Huelva);
si bien mejor el adoquinado de un solo color

          Cuesta creer que la Consellería de Cultura bendiga este tipo de intervenciones que destruyen el encanto propio de los ámbitos tradicionales e históricos, convirtiéndolos en indiferenciadas ramplonerías, pese a que el alcalde sostenga que los informes sectoriales   de esta obra son favorables. Cuando las cosas son contestadas por la ciudadanía,  o salen  mal, el alcalde, Enrique Cabaleiro, acostumbra a declararse profano en la materia, y a escudarse en los técnicos redactores, derivando la responsabilidad política en estos indefensos chivos expiatorios,  no exentos de  incurrir en incompetencia y extravagancias, salvo cuando son funcionarios.

          Todo alcalde debe poseer criterio propio que le permita establecer las directrices fundamentales de todo proyecto que pretende llevar a cabo. Corresponde, pues, a los profesionales la redacción de los proyectos, y al regidor y equipo de gobierno la supervisión y ajuste a las bases de partida . De entrada,  el alcalde no debió aceptar que el proyecto de humanización de la Travesía de Santo Domingo contemplase el firme de hormigón, de marcada evocación industrial, ni enviarlo a Patrimonio porque se aparta de las recomendaciones recogidas  PEPCHA (Plan Especial de Protección del Casco Histórico) en aras de la preservación de los valores ambientales.  

 

                          José Antonio Quiroga Quiroga

sábado, 18 de mayo de 2024

Ni Parking, ni Parque: "Fochancas" (socavones)

           La trascendencia de la renuncia del alcalde de Tuy, respaldada por el BNG, a construir un parking en el subsuelo de la zona verde, ocupada “sine die” y durante más de treinta años por el aparcamiento municipal en superficie, sanciona la gobernanza y el mandato del alcalde Enrique Cabaleiro de fracaso estrepitoso.

                   "Fochancas" en el aparcamiento municipal de Tuy

Preocupa que ningún corporativo haya señalado cuál ha sido la desconocida razón por la que las dos empresas concursantes a la construcción y explotación del parking de Tuy, adjudicataria y desestimada, se hayan enzarzado en litigio judicial, que ha supuesto el estancamiento del proceso, y desembocado en posterior renuncia municipal a disponer de este esencial e imprescindible servicio. El portavoz del PP, Nico Montes, despachó este oscuro punto con frívola dosis de opacidad  añadida, diciendo que “estas cosas ocurren todos los días”. Apañado estaría el país si las empresas, porque sí, paralizasen cualquier concurso de obra pública que se les antojase.

Sin duda, el equipo de gobierno incurrió en alguna irregularidad formal en la redacción de las bases y/o adjudicación del concurso. Se comenta que el recurso judicial está fundamentado en que las propuestas de las dos empresas eran diferentes y, por no ser equiparables, la comisión de gobierno estaría impedida de pronunciarse por una de ellas. No parece ortodoxo que las concursantes, y no el Ayuntamiento, sean las que redacten cada una su propio proyecto. Así, pues, sobrevenido el momento de las demandas de indemnización, emerge el error cometido en cuanto que son dos los proyectos que tendrá que abonar el Ayuntamiento.

El debate sobre la construcción de un parking en el subsuelo y  su ubicación, ha discurrido, desde el inicio hasta el presente, enturbiado por acusaciones recíprocas de contradicción de haber defendido desde la oposición la construcción de dos plantas y desde el poder una sola; presidido por una ideología verde radical e ingenuamente ecologista (BNG, de coherencia negativa ya que  mantiene su postura de no ofrecer alternativa alguna) de inadmisión de un parking debajo del futuro parque en superficie, como si ambas cosas fuesen incompatibles; así como falto de perspectiva y de sentido práctico. 

No es cierto que la construcción de un parking de una sola planta de sótano no remedie nada (contempla 80 plazas a mayores de las disponibles), pues no solo permite disponer de un espacio de aparcamiento digno y protegido (ampliable bajo las calles perimetrales); de dotar de licencia de actividad al Centro de Salud, sino también disponer de un parque en superficie, algo que semeja inviable mientras no haya alternativa a la consecuente desaparición del actual aparcamiento en superficie sobre la ocupada zona verde. Es decir,  la renuncia a construir el parking en el subsuelo condena a Tuy a sufrir, por tiempo indefinido, las denigrantes “fochancas”. Adjunto fotos del parque, todavía en ejecución, sobre las instalaciones subterráneas de abastecimiento de agua a Madrid del Canal de Isabel II, como demostración de  compatibilidad de vegetación y arbolado sobre  un espacio practicable en el subsuelo.

  Parque del Canal de Isabel II (Madrid)


Parque del Canal de Isabel II (Madrid)


Parque del Canal de Isabel II (Madrid)


Parque del Canal de Isabel II (Madrid)


Parque del Canal de Isabel II (Madrid)

La causa de fondo de la renuncia al parking no se debe, como engañosamente atribuye el alcalde, al  incremento de precio de los materiales de construcción por la inflación habida durante los dos años de impasse ocasionados por el litigio judicial, sino al agotamiento del abundante remanente de tesorería, dilapidado en buena parte  en el descontrolado gasto corriente y en innecesarias obras de “humanización”(con eliminación de plazas de aparcamiento), que poco o nada han mejorado la calidad de vida de los contribuyentes.

Como resultado de todo este despropósito, el Ayuntamiento se enfrenta a la reclamación de indemnización, por resolución unilateral de contrato, de las dos empresas concursantes, constituidas en UTE (Unión Temporal de Empresas) por importe de tres millones de euros, que supondrían la quiebra técnica del Ayuntamiento. Confiamos en que el previsible fallo judicial estime una cuantía indemnizable menor, pero, probablemente,  muy superior, a los surrealistas once mil euros que aventuró el alcalde para amortiguar el impacto; a los 72.000 euros evaluados por los servicios municipales, y anunciados en un pleno; y a los 142.000 estimados en los informes externos encargados por la alcaldía.

En el terreno de lo anecdótico cabe resaltar la desconcertante declaración del mucho respeto y admiración política del portavoz de C21 hacia el alcalde, expresados durante la sesión plenaria extraordinaria para aprobación de la renuncia a la construcción del parking. Este concejal, de verbosidad pretenciosa y amante de las citas a mayor lucimiento personal,  representa el característico espada, dialéctico-retórico, de salón, inclinado a echarse en brazos de quien le cornea. Quizá el regidor le recompense algún día otorgándole el galardón  de tudense distinguido en los premios anuales Cidade de Tui.

A expensas de lo que dictamine el Consello Consultivo de la Xunta, validación o no de la renuncia corporativa, el futuro inmediato de Tui discurrirá bajo la negatividad de las fochancas: las sempiternas en el suelo de tierra del aparcamiento municipal y la económica que en las arcas municipales generarán las indemnizaciones pendientes.

 

              José Antonio Quiroga Quiroga