jueves, 13 de julio de 2023

Oposición cicatera con las retribuciones del gobierno municipal

           Pueden sentirse satisfechos los portavoces de la oposición del PP y C21 por haberle discutido a la baja las retribuciones de los miembros de gobierno. Una satisfacción proporcional a la magnitud de 20.000 euros anuales, que pretenden ahorrarle a las arcas municipales, respecto de los diez millones de euros de presupuesto anual, más una cantidad importante en concepto de subvenciones.

          Siempre sostuve que, objetivamente,  los salarios deben guardar correspondencia con la transcendencia y responsabilidad del cargo; los de alcalde y concejales delegados lo son de alta importancia. Correspondencia incluso con las cuantías presupuestarias que el titular administra; tal y como sucede en el mundo empresarial, en que el volumen económico de la facturación determina el salario de los ejecutivos.

    Portavoz del PP                               Portavoz de C21    


         Sin embargo, en estos tiempos de reivindicación de salarios justos, no digo dignos por la inconcreción del término, en el pleno de organización de la Corporación, la oposición tudense se los discutió a sus compañeros, aunque rivales, con responsabilidades de gobierno, rechazando la propuesta de retribuir las dedicaciones exclusivas con 24.500 euros brutos anules, repartidos en 14 pagas, que, descontando la aportación a la Seguridad Social, resulta un sueldo mensual neto próximo a 1.400 euros.

         El espíritu fiscalizador de crucero de la oposición parece obviar aspectos asociados al desempeño de un cargo político que deberían ser recompensados económicamente, pero que no se reconocen, como, entre otros: la provisionalidad de la dedicación (máximo cuatro años); la traumática, en ocasiones,  ruptura y desconexión con el ámbito laboral  privado; y la  disponibilidad personal  para asistir a toda suerte de actos institucionales  y eventos en fines de semana y  festivos. Incluso los sinsabores  derivados de la exposición permanente a la crítica pública.

No deberían ser las retribuciones, cuando modestas y/o ajustadas, el objeto de  miramiento y especulación  de la oposición, sino el recto proceder en la gestión de los recursos públicos, la cantidad de  trabajo realizado y el acierto o desacierto de las inversiones.

Apelar a la historia para establecer una comparativa de retribuciones, es remitirse a tiempos no extrapolables ni equiparables en los que imperaba la precariedad y, consecuentemente, la voluntad altruista de los ediles de esos tiempos pretéritos que, en absoluto cabe exigir en la actualidad.

La dedicación y eficacia en la gestión deben venir de la mano de retribuciones adecuadas. La idoneidad personal en el desempeño de las funciones proviene, en principio, de la confianza depositada por los electores en sus representantes. Y el cumplimiento o no de las expectativas corresponde al veredicto  popular a la conclusión del mandato.   

 

                                José Antonio Quiroga Quiroga