lunes, 23 de abril de 2018

Populismo urbanístico


La búsqueda del rédito electoral como fin en sí mismo parece ser el principio irrenunciable y primero de todo partido político, ya sea para alcanzar el poder o para conservarlo. En tal perversión moral se asienta la ejecutoria política  para menoscabo del bien general.

 Nada nuevo, pero que se reaviva y se hace patente  con el respaldo político, sobre todo del PSOE de Tuy, a la petición de vecinos de San Bartolomé de eliminar los Planes Especiales de Reforma Interior (PERI) y sustituirlos por la Ordenanza 4 del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que permite la construcción de vivienda unifamiliar, aislada o adosada, si se dispone de parcela y frente a vial público suficientes. Esta “ordenación” alternativa, en suelo urbano de expansión de la ciudad, supondría un salpicado inadmisible de casas a lo largo y ancho de  una red irregular de caminos más o menos tortuosos, no muy diferente del modelo de núcleo rural.

Los vecinos, incapaces de gestionar el PERI, alegan que pagan el IBI por los terrenos, pero al no estar desarrollada esta figura urbanística no pueden construir. Sin embargo,  dicho impuesto, con peris o sin ellos, tendrán que seguir pagándolo. La parálisis constructiva, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que se presume larga, no hace más ventajosa  la Ordenanza 4 respecto de  de los peris.  Tampoco el tiempo de tramitación de la modificación puntual del PXOM, superior a dos años, debería animar al cambio, pues durante ese tiempo estarían suspendidas  las licencias de construcción en dicho ámbito; aparte de que comporta un gasto que no se puede considerar irrelevante.   

La postura vecinal, comprensible desde el punto de vista del interés particular y privado, no  es aceptable  desde la perspectiva del  superior beneficio público y general. Aceptar dicha pretensión significa  el abandono de la responsabilidad de ordenar el espacio urbano y de  prever el crecimiento racional y armónico de la ciudad, a riesgo de   hipotecar, de manera irreversible, cualquier propósito futuro de mejora de las infraestructuras urbanísticas, que tanta incidencia tienen en el desenvolvimiento de la vida en comunidad. Cuando el urbanismo se deja al arbitrio de la gente, se  establecen indeseados y muy inconvenientes precedentes (en Tuy hay más peris que el de San Bartolomé), que dado el populismo creciente podrían desembocar en un nefasto urbanismo a la carta.

Los ayuntamientos, como agentes de planificación y ordenación del municipio, tienen capacidad legal para  promover los PERI; y sería muy provechoso que, sin perjuicio de la posterior ejecución de obra,  se decidieran a llevar adelante  al menos  la tramitación administrativa.   Pero para ello, aparte de voluntad política,  es necesario disponer de los recursos suficientes; pero que, ahora mismo, no los hay ni puede haberlos si se sigue en la senda de complacer los caprichos o cortedad de miras de todos aquellos a los que se les supone fuerza electoral o de oposición a tener en cuenta.

En este momento que están pendientes de aprobación los presupuestos de Tuy, descorazona el ver cómo los partidos de la mal llamada oposición, y grupos de vecinos afines y en general, pugnan porque se atiendan sus demandas, algunas netamente frívolas, que en nada contribuyen al progreso del municipio, bajo advertencia del voto en contra de los primeros, y la desafección de los segundos. Es evidente que buena parte de las reclamaciones de dichos corporativos se formulan  con el fin único de ganar adeptos o de conservarlos. De ahí que cualquier oportunidad, al margen del grado de irresponsabilidad de la estrategia, es válida. El PSOE, por ejemplo, exige que se  aumenten las subvenciones a las “entidades colaboradoras”, eufemismo de ocasión con que denomina a las asociaciones culturales; y  Son de Tui pide partida para compra de material deportivo para el centro municipal de piragüismo y de remo (con tanto podio, tanta victoria  y tanta medalla, Tuy empeñado en  seguir muriendo de éxito).

¿Que a Tuy le falta color, como dijo el exconcejal de Ciudadanos Tudenses con ocasión de las elecciones municipales pasadas, además de alegría?, como acaba de manifestar este político,  de privilegiada capacidad de análisis, y culo inquieto, ahora integrado, tras previo desembarco e inmediato naufragio en el PP, en el partido naranja C´s; pues nada, hagámosle caso, que la solución es sencilla: unas cuantas manos de pintura, deporte y mucha fiesta.

 

                                José Antonio Quiroga Quiroga

 

 

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