Me había
ilusionado como nunca con el nuevo gobierno municipal tras dieciocho años calamitosos para Tuy. Tanto que decidí prestar voluntariamente
mi colaboración que, fundamentalmente, consistió en el levantamiento de planos a escala de las calles nuevas y remodelación de aceras para crear 180 plazas de aparcamiento en superficie; grabación de nueve horas
de música ambiental para la Navidad, diseños lumínicos para las fiestas de San
Telmo; y solución técnica económica para reparar el palco de la música y evitar
su desmontaje. Además de diversos escritos en defensa del alcalde. Incluso me
ofrecí a redactar gratis un proyecto para unir la Plaza de la Inmaculada con la
Corredera para cuando se peatonalice. Pero no obtuve respuesta alguna a esta propuesta.
Más de dos meses de trabajo neto a tiempo completo. Solo sonó la música porque
tuve que encargarme personalmente de ello para que así fuese.
Cuando le
entregué el primer trabajo al alcalde, para evitar recelos y suspicacias, le
aclaré que no pensara que con mi colaboración le iba a pedir algo. El regidor
me contestó que tampoco podía darme
nada, a lo que repliqué que aunque pudiese no lo querría de ninguna manera. Ni
siquiera esperaba reconocimiento alguno. Si bien tampoco recibí ni escuetas gracias de cortesía. Creo que su semblante grave y retraído se debe a que tiene
más de coco que de serio. La verdad es que apenas mira a los ojos.
Después de
diez meses en la alcaldía, la decepción se ha apoderado de mí, aunque todavía
guardo un rescoldo de esperanza. Todo lo que nos ha podido ofrecer, a través de Facebook,
en cuanto a realizaciones materiales, bajo el epígrafe “Antes y después”, son
reportajes fotográficos de trabajos menudos, que no obras, auténtica
calderilla, quehaceres todos encuadrados en el capítulo de Mantenimiento, con los que no se va a ninguna parte. La técnica publicitaria de esta política de baratillo, me recuerda el formato de la desaparecida página web Ruegos Preguntas Tui. En más
de una ocasión le indiqué, en vano, que compartir el pronóstico meteorológico que la radio municipal ya descarga en dicha red,
desmerecía a su importante cometido. Quizá siga pensando, como me confesó
durante una campaña electoral, que el rural tudense es territorio apache, y
que, a esa numerosa población de indios, que ponen y quitan alcaldes, se les
conquista con abalorios.
Vean, pues, la casi totalidad de las obras faraónicas hasta
el presente realizadas, que este gobierno, volcado en un populismo infantil,
anuncia a bombo y platillo, y cómo estaba la situación antes de las intervenciones:
Obviamente no aparecen todas las actuaciones de la Operación, Antes y Después, y no porque no quepan en este espacio, sino porque no son dignas de ser aireadas y expuestas en la red social citada. Por ejemplo, la tala de árboles, algunos
protegidos, como robles, plátanos de indias y liquidambars, sin autorización administrativa, en el “torreiro” de Malvas, propiedad a la Asociación de Vecinos de esta parroquia, al
parecer por operarios del Ayuntamiento. De este atentado ecológico tiene conocimiento e información documental el
SERPRONA, por lo que con seguridad el Ayuntamiento será sancionado con una
multa.
Y todo para que el camión de la orquesta Panorama pudiese instalarse en
el recinto de fiestas.
José
Antonio Quiroga Quiroga
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