A los amigos
del mogollón los conceptos mega y macro les mola un montón. A pesar de que las
escalas desmadradas suelen tener el efecto perverso de desnaturalizar las cosas,
y de degradar los espacios que soportan celebraciones masivas. “Tuinic” es un
ejemplo de evento fallido de macro “picnic” en el paseo fluvial del Miño, de un total
de cuatro: Noite Urraca; Tui Street Food y Catellum Tude, promovidos por
la asociación de comerciantes de Tui (ACITUI) y profesionales del espectáculo y
hostelería, agrupados bajo el nombre de Activación Tui, para la recuperación del
comercio de la ciudad. Si bien no alcanzo a ver el beneficio que “Tuinic”
podría acarrear a la generalidad del comercio de Tuy, salvo para media docena
de cafeterías, y no todas integradas en la citada asociación, si tal
evento iba a tener lugar una tarde de
domingo, día y franja horaria en que
están cerrados la mayoría de los establecimientos. Por el contrario, sí veo con
claridad la rentabilidad cierta para el empresario profesional en festejos y
promotor del ocio nocturno.
La no
asunción del fracaso organizativo del proyecto ha empujado a los promotores a buscar
culpables externos y a señalar como principal y único a la Administración
Local. Concretamente, al alcalde saliente, por no tramitar la solicitud
presentada el 19 de mayo de 2015, y, mayormente, al actual regidor al haber
recaído en su persona la responsabilidad de la resolución. Aunque también, y ya
son ganas de repartir culpas, a los candidatos a la alcaldía porque durante la
campaña aplaudieron la iniciativa. La realidad es que ha faltado previsión y desconocimiento
de la documentación necesaria a aportar para optar a la autorización
solicitada, por mucho que el profesional Luis Diz trate de presentarse como
experto en organizar eventos, poniendo como ejemplo, entre otros, la
contratación de Pavaroti para el Xacobeo. No pongo en duda su experiencia en
este tipo de celebraciones, pero no es lo mismo un festejo en la plaza de La
Quintana que en un ámbito Red Natura, que
fija en 55 dB (decibelios) el umbral de intensidad de ruido, con la limitación
añadida de que parte del espacio escogido se encuentra en obras. No es
razonable ni prudente presentar a tramitación un “proyecto de festejo”
documentalmente deficiente en tiempo electoral, a 39 días de la fecha de celebración,
cuando la autorización para un retejado
suele demorar más de seis meses. Máxime, cuando no se presenta el
preceptivo proyecto técnico y el informe jurídico rechaza la documentación
presentada por incompleta. No es
justo ni humano responsabilizar de los errores de cálculo propios y de las carencias
documentales a una persona que solo
llevaba 9 días al frente de la alcaldía, que ha tenido que ocupar buena parte
de sus escasísimo tiempo en hacerse
cargo de una situación complicada, además de la de completar gobierno dada su situación
en minoría,” al tiempo que exigir diligencia extraordinaria en la tramitación
administrativa, que la hubo, y acuerdo de gobierno en tiempo récord, para luego, ante el obstáculo legal del
informe jurídico negativo, consecuente
con la ordenanza de aplicación, acusarlo “de falta de actitud y de poner palos
en las ruedas”. ¿Qué sentido político o beneficio personal presume Activación Tui que podría derivarse de
la denegación de permiso para formular tal acusación?
La realidad de los hechos es que el 22 de junio ACITUI reiteró la solicitud de permiso para usar el
paseo fluvial; el 24 de junio aporta copias del seguro de responsabilidad civil
y de la autorización de la Consellería de Medio Ambiente; el 25 de junio se requiere el informe jurídico, y al día siguiente, al final de la jornada, se
libran los informes urbanístico y jurídico, sin tiempo material para celebrar
comisión de gobierno y poder emitirse la resolución administrativa. Se demuestra,
pues, que lejos de la falta de actitud esgrimida
ha habido diligencia la máxima diligencia posible. Tampoco es cometido de un
alcalde preocuparse por la organización
de un evento particular en el sentido de aconsejar el aplazamiento del mismo,
tal y como se le ha recriminado, pues conforme los organizadores han decidido
la suspensión del mismo igualmente podrían anunciar el aplazamiento.
No es verdad,
como afirma el restaurador Alberto Prelcic, miembro promotor de la disuelta
Activación Tui, que no han pedido ni un euro al Ayuntamiento, salvo que no sepa
traducir a dinero las ayudas solicitadas como: un generador de corriente
eléctrica; cuatro sanitarios portátiles; papeleras y colectores; personal de
limpieza para mantenimiento de los sanitarios y recogida de residuos; cobertura
económica del camión escenario móvil de Electromiño; y colaboración en materia
de seguridad de protección civil y de la comandancia de la Marina. Baste como
ejemplo la celebración de Festimiño, que supuso un desembolso municipal de 15.000
euros. Y una sanción de 700.
Tampoco se
ajusta a verdad presuponer que el Paseo de la Corredera está sometido a las restrictivas
exigencias acústicas de los espacios comprendidos en la Red Natura, para
concluir que a causa de ello no se
podrán celebrar las fiestas patronales en el mismo.
De entre los
discursos que descalifican al regidor de la ciudad destaco, por especialmente
categórico e irracional, el de un veterano empresario del sector del automóvil,
a quien parece que los años que no le concedieron la gracia de la templanza ni mayor
capacidad de discernimiento. Esta persona, que confesó no haber votado (nadie
fue merecedor de su voto), pasó de hacer
un llamamiento a la abstención electoral en la presentación de Activación Tui,
supongo que como solución a los problemas de su amado Tuy, para luego, “llegada la
hora”, felicitar en Facebook al nuevo alcalde y, a renglón seguido,
descalificarlo cruelmente comparando su actuación a la de Pilatos con
Jesucristo. Le amonesta de empezar muy mal la andadura municipal y le acusa de
ser culpable absoluto de no haberse llevado a cabo el evento “Tuinic”. Para
mayor abundamiento en determinar con claridad quien es el responsable de la suspensión del mencionado evento se sirve, por deformación profesional, de un
ejemplo extraído del mundo del automóvil: “si a causa de una reparación mal
efectuada, acaece un siniestro de graves consecuencias, el responsable penal es
el gerente de la empresa y no el mecánico”. Pero con nula fortuna ya que un Ayuntamiento no es equiparable a una
fábrica o taller de reparación, sino, puestos a utilizar símiles del ramo, más
bien a una empresa de ITV, en cuanto que
el cometido de ambos es el de revisión y emisión de visados de conformidad
legal, que autorizan o desautorizan la práctica de determinadas actividades.
Sin duda, pues, compete al ciudadano el deber de presentar el vehículo a
revisión en las debidas condiciones si desea circular por la carretera.
Capítulo
aparte, indigno de mayor comentario, es
el posicionamiento obscenamente oportunista y desleal de Converxencia 21. En
realidad, el personal de su líder, don Próspero, autor de una mini guía para la
prosperidad y padre de la fantasiosa idea de crear un estado independiente
constituido por los ayuntamientos de Tuy y Valença do Minho. No es propio de
personas sensatas afirmar “que la actuación del nuevo gobierno municipal parece
apuntar a la paralización burocrática de todo tipo de actividad”.
Deseo
manifestar que lamento el desenlace de los acontecimientos y la consecuente
dimisión de la presidenta de ACITUI, porque deja vacío un cargo que
difícilmente alguien querrá ocupar; como también la crítica arrebatada e
irreflexiva hacia una persona que reúne las condiciones para ser un
extraordinario alcalde, que dispone de un equipo de gobierno de excepción.
José Antonio
Quiroga Quiroga
Solo para decir que suscribo totalmente a sus dichos.
ResponderEliminarNo lo pudo haber explicado mejor.
ResponderEliminarmi querido Lord, me encanta y agradezco su exposición sobre lo acaecido, aunque permítame hacerle una breve anotación a su escrito; el organismo de Conservación del Medio Ambiente no da licencias o permisos para ningún evento que pueda alterar la Vida de la Naturaleza, es decir, que Festmiño o festimiño jamás ha obtenido permiso de este organismo y por ello se le viene denunciando, año tras año; lo que ocurre es que dicha institución, como cualquier otra persona, llegado un momento, al no ser respetada ni tenida en cuenta, permanece....como una especie de florón, y dada la velocidad a la que caminan las vías administrativojudiciales de este país.....tardarán años en hacerse efectivas las multas que estas empresas....."desinterasadas" con afán de lucro....han de pagar, si no es a cargo del erario público, al que se dedican a "sulivellar", aprovechando la ignorancia y el desconocimiento de las leyes que tratan de evitar graves consecuencias para el futuro de nuestro planeta.
ResponderEliminarPor otra parte, ACITUI, según tengo entendido sigue siendo un CIT local, y estos Centros de Iniciativas Turísticas, que cobran jugosas y sustanciosas cantidades económicas, procedentes de los Fondos Económicos Europeos, se rigen por una ley especial, en la que en uno de los artículos se dice que dichas instituciones TIENEN LA OBLIGACION DE VIGILAR Y CONTROLAR QUE SE RESPETEN LAS LEYES DE MEDIO AMBIENTE, con lo cual la Asociación de Comercio e Industria de Tui estaría incurriendo en una falta grave a nivel legal apoyando y promocionando eventos en una Zona Red Natura, que abarca ambas márgenes del río Miño hasta su desembocadura, por lo cual los ayuntamientos deben de ser conscientes, y el actual gobierno ha demostrado ser consecuente, de que son responsables de hacer cumplir estas leyes de protección medioambiental, por consiguiente no han prohibido realizar las actividades programadas en la Zona Red Natura, pero tampoco se hacían responsables de las consecuencias. ¡Al menos así se entiende por los comunicados oficiales! Es decir, que se lavaba las manos como Pilatos.
Agradezco el ilustrativo y elocuente escrito, Alba Do Minho (bonito nombre). En cuanto a que el gobierno municipal se lavó las manos porque no prohibió la realización del evento y no se hacían responsables de las consecuencias, se me ocurre argumentar, primero, que al Ayuntamiento no le cabe la acción de prohibir, sino que es la ley la que lo prohíbe. Segundo, que el gobierno municipal no ha concedido autorización, única competencia al respecto, de lo que se desprende que se atiene a la ley. Tercero, el Ayuntamiento no tiene capacidad de impedir la celebración, pues necesitaría un despliegue de fuerzas de seguridad, que no dispone, que ocupasen el espacio; medida un tanto problemática. Cuarto, no es competencia municipal la imposición de sanciones por infracciones medioambientales. Conclusión, el gobierno municipal, bajo mi criterio, ha obrado con toda corrección. Sorprende, probablemente por costumbre viciada de años, la reacción airada de ciertos sectores de la población porque el nuevo gobierno municipal se atiene a la legalidad. Lo cierto es que, si por mala fortuna ocurriese un accidente, los mismos que ahora protestan por la inexistencia de resolución, serían los primeros en culpabilizar al alcalde y comisión de gobierno por autorizar el evento. Para aquellos que se quejan del rigor limitativo de emisiones acústicas, les recuerdo el precedente de que Medio Ambiente sancionó al Ayuntamiento de Tomiño por superar el límite acústico en el entorno de la fortaleza de Goyán debido a una celebración festiva. Un saludo cordial Lady.
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