sábado, 20 de septiembre de 2014

¿TRP?

 



Estos coloristas signos de interrogación, logo de la página web, en Facebook, TRP. Tui Ruegos Preguntas (al Concello de Tui), encierran incógnitas internas no reveladas en la declaración de principios y fines: “Herramienta no asociada a ningún partido político… Abierta a todo el que tenga algo que aportar”, que, por razones de interés general, considero oportuno tratar de desvelar en calidad de ex usuario, voluntario pero forzado.

Vaya por delante, que no es, ni remotamente, mi intención el cargar contra la página en cuanto instrumento, que, en principio, parece perseguir la mejora del municipio a través de la denuncia y crítica a la labor municipal impropia. De lo contrario, incurriría, irracionalmente, en  contradicción con mi larga trayectoria de combatiente de la política municipal ruin. Toda colaboración en este sentido, venga de quien venga, es siempre bienvenida y necesaria.

Resulta que, la considerada “herramienta TRP”, como la supercomputadora HAL, de la película: “2001, Una odisea en el espacio”, tiene alma y corazoncito. Y, por tanto, ideología política y consecuente afinidad partidaria. Lo único malo de ello es que se le nota. Padece, asimismo, de lagunas democráticas y otras miserias propias de humanos. Incluso sabe mentir, aunque torpemente. Programada para formular y trasladar preguntas, su sistema operativo se descompone si se invierte el sentido de la corriente de  interpelaciones, de tal modo, que el texto es borrado de inmediato sin explicación o justificación alguna. Sin embargo, a diferencia de HAL, cuya psiquis es estrictamente cibernética, la de la “herramienta TRP” corresponde a la persona que  la administra:  según tengo noticia, un tal Rabadilla, foráneo, cuya principal ocupación es la venta de vinos, lo cual no es impedimento para tener mala uva. Algunas de sus reacciones parecen salidas precisamente de la parte baja colindante con el hueso extremidad del espinazo.

Confieso mi conflictiva relación, actualmente inexistente, con TRP desde el mismo momento en que me asomé a esa página. El primer desajuste se produjo por sugerirle a la “herramienta” que, como mero soporte de inquietudes, no era correcto ni elegante, ni tampoco es su cometido, que pusiese un “Me gusta” a los comentarios de una de las partes inmersas en debate. Más tarde, fui vilipendiado profesionalmente por el perdedor en determinada sentencia judicial, por haber intervenido en el proceso como perito de la parte contraria. Mi reacción de defensa, estrictamente argumentativa, sirvió para que TRP me amonestase, pero no al “amiguete” agresor, que tanto juego barato le daba a la página. Entonces anuncié que la abandonaba. Al instante me bloquearon  la opción, “Comentar”, de Facebook. Acción que ha negado el ejecutor de la misma, afirmando que se debía a mi exclusiva acción. Es de todos sabido que nadie que no sea el administrador de TRP   puede manejar los resortes restrictivos de la misma. A mí  solo me cabe la acción de cortar de tajo la relación de amistad.  Esta especie de excomunión no fue obstáculo ético para que después TRP solicitase  permiso para compartir alguno de mis escritos publicados en este blog, al que respondí con un “por supuesto”.  Tiempo después, alentado por algunos amigos, regresé a TRP tras solicitar el acceso libre a la página. Muy pronto, y de nuevo, borran mi respuesta a un ataque sufrido por cometer el pecado de haber iniciado tarde (“a buenas horas mangas verdes”),  según dos, ¿temerosos, celosos? partidos de la oposición, la recogida de firmas  en contra de la ubicación del nuevo Centro de Salud. Entre tanto, fueron borradas también las refutaciones certeras e incontestables de una amiga a las falsedades del “amiguete” citado, que se arrogaba la victoria en el juicio del caso “Puriñas”  amparándose en la complejidad técnica del fallo judicial, que imprudentemente exhibía. Requerida TRP por la desaparición de dichos comentarios, responde la desalmada (sin alma) “herramienta”, que no han sido borrados, que nada en el ciberespacio se elimina, que siguen en la página bajo un código cifrado. ¡Fantástico!

El detonante del segundo y definitivo abandono de TRP, se debe a mi osadía de preguntarle a la evolucionada “herramienta” sobre las razones que le movieron para  borrar un comentario irónico mío a otra simpleza más de Rajoy sobre la pretensión soberanista de Cataluña: “Si dos trenes chocan, es porque uno va por la vía equivocada”. La respuesta fue: “le invitamos a que abandone esta página, como lo ha hecho la otra vez, pues vemos que aquí no se encuentra a gusto”. Adivinaron, no sé cómo, mi sentir. Lo dicho, TRP no soporta que le hagan preguntas.

La vocación intervencionista del “jefesito” ya quedó en evidencia con ocasión de una ironía mía, obvia, absolutamente irrelevante, en la que decía que no recordaba el nombre del actual alcalde de Tuy.  La autoridad competente se apresuró, hipócritamente, a leerme la cartilla: “El alcalde de Tui se llama, Don…etc. Le molestó que le contestase que el tratamiento no forma parte del nombre.   

Considero que el notable esfuerzo, recompensado o no, que supone llevar una página de las características de TRP responde más al deseo, que comparto, de desalojar de la Casa Consistorial al flojísimo equipo de gobierno actual y a las  hegemónicas siglas que lo cobijan, de  nefastos resultados  para Tuy, y reemplazarlo por el partido de sus entretelas (aspecto este que me trae sin cuidado), que al improbable amor por Tuy de todo recién llegado a este municipio.

 

 
        José Antonio Quiroga Quiroga

 

NOTA: “Jefesito”, por primera y única vez, y por el solo hecho de utilizar  el menú completo de TRP, un Ruego: deje de acosarme por chat para que rompa el mutilado enlace que todavía me conecta  con su página. Como también de acusarme de piratear fotos. Y no se acoja a los "rattios"de bloqueo realizados por TRP para justificar el llevado a cabo conmigo. A propósito, la palabra "rattios" no existe en ningún idioma. Se escribe, ratios, con una sola "t". Saludos.

1 comentario:

  1. Cuidado, porque es relativamente fácil que se esté colando en algún punto. Los "resortes" informáticos no son controlados por el administrador de la página sino por Facebook. Es relativamente habitual que a Facebook se le escape algún comentario por razones técnicas en las que nada puede hacer el dueño del perfil. No descarte que toda la historia se haya originado por algo así.

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