jueves, 21 de septiembre de 2017

“Tuy não existe”


Categórico y con concluyente rigor de profesor de  matemáticas, a modo de estocada de despedida, ya para  tratar de tener razón al menos en asunto ajeno al objeto de enjuiciamiento, ya para intentar mermar la que me pueda asistir respecto del mural pintado sobre una pared del recinto histórico, con el fin de publicitar los bienes patrimoniales de Tuy, y también los servicios de determinados establecimientos comerciales locales,  el señor Alonso Vidal cierra su participación en el debate suscitado en estos términos; “Por certo, Tuy não existe. A cidade mágica de pedra, q tanto admiramos chama-se Tui”.

No es recado nuevo o primero que recibo del  señor Alonso en este sentido, que lejos de molestarme  agradezco su preocupación, aunque no me alerta de algo que ignore. En estrictos términos de escritura, Tuy, tal cual expresado, existe en innumerables escritos desde, según parece, principios del siglo XVI, tiempo en el que se fue abandonando la escritura en latín, en la que se refería a esta ciudad como Tudae; y sigue perdurando en los actuales textos en castellano, porque así se denomina en la lengua oficial del conjunto de España. Sin embargo, la palabra, mágica, empleada por el señor Alonso en su respuesta  no existe en la lengua gallega y, por tanto, no tiene cabida en un texto en tal idioma. En cuanto a la inclusión de la letra “q” que aparece sola y desnuda en la frase reflejada, que sustituye al pronombre relativo “que”, no sabría decir a qué lenguaje o idioma pertenece.

Fuera del territorio  ortográfico, Tuy existe, y permanece presente, si no vivo, en toda obra humana material (construcciones, plantaciones, documentos, etc.) realizada bajo tal denominación en tan largo período de tiempo y asociada para siempre a la misma. Pero tales obras, y el mismo municipio, ciudad y habitantes que correspondieron a la denominación  Tuy, no solo existieron y existen en el referido ámbito material sino también en el plano espiritual en cuanto que se alojan  en la memoria colectiva de los tudenses y en la de cuantos se han interesado por nuestra historia y vicisitudes de menor trascendencia.

Además de que no soy partidario de modificar, trátese de normalización lingüística u otra razón, los topónimos abstractos que no tienen traducción, como Tuy, al contrario que, por ejemplo, Puenteareas o Nido de águila, que admiten sin violentar su esencia el cambio al gallego: Ponteareas, Niñodaguia, porque en su escritura suelen conservar indicios de su origen, a raíz de la controversia, surgida no hace mucho en Facebook, sobre si lo correcto, y obligado, según parece para algunos, escribir Tuy o Tui, que me animó a expresar mi opinión  al respecto en mi blog, bajo el título Tuy versus Tui, decidí, en mis escritos de índole doméstico, mantener la “y” griega porque considero que, leyenda o no, evoca la resonancia griega de su fundador Diomedes,  héroe aqueo en la guerra de Troya e hijo del rey Tideo (de ahí el nombre de Tuy). También gusto de plasmarlo de tal manera porque en castellano se escribe Tuy, y porque gozo de libertad para ello.

 

                     José Antonio Quiroga Quiroga

 

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