martes, 6 de septiembre de 2011

Opositar a oposición

La oposición suele pecar de frivolidad por carecer de responsabilidades de gobierno. De gatillo fácil, dispara gratuitamente a todo lo que se mueve. Si la munición de que dispone es de fogueo, entiende que debe justificarse haciendo ruido. Antes demagoga que  pasiva. De la acusación de demagogia es fácil defenderse con más demagogia, pero este recurso se vuelve ineficaz si es tachada de apoltronada y condescendiente.
 El anuncio de instalación de un sistema de control horario en el Ayuntamiento de Tui, que obligará a fichar a funcionarios y concejales del gobierno, medida consolidada en la Administración y muchas empresas, ha provocado el rechazo de dos funcionarios, a la vez que políticos, del BNG Y PSOE, en la corporación municipal. El desmemoriado portavoz del BNG, que votó a favor de esta medida en el pleno de 29/12/2009, proclive a apuntalar con latinajos sus endebles intervenciones para dotarlas de aparente sapiencia, pues no en vano el latín todavía conserva  el marchamo de  lengua vehicular de la palabra de Dios,  alega que, “sólo es propaganda. Los funcionarios son personas adultas a las que no hace falta controlar mediante una máquina. Lo que hace falta es una política personal acertada, a través de la cual cada jefe de servicio controle a cada trabajador”. Entiende este representante público que  la condición de adulto es consustancial a responsabilidad, y que el cometido de los jefes de servicio es el de ejercer de listeros y detectives personales. No aplicar la medida, tras haber sido aprobada por unanimidad y haber adquirido las máquinas, dejaría al  gobierno municipal en situación de ser acusado de querer ganarse la simpatía y el voto de los funcionarios.
El portavoz del PSOE, de quien espero registros acordes a lo que su semblante promete,  sale por la tangente con especulaciones gratuitas:” a través de este sistema el alcalde intenta justificar los sueldos y las dedicaciones del grupo de gobierno”; “el cargo de concejal es estrictamente político y no tienen por qué fichar”. Fantástica deducción considerar que cualquier sueldo puede justificarse por el simple hecho de fichar, y extraña veta sindicalista de abogar en favor de los concejales con dedicaciones a los que luego tratará de despellejar, y ya despelleja diciendo: “muchos no están capacitados para desempeñar sus funciones”. En democracia, para bien o para mal, la capacitación de los que se postulan a representantes del pueblo la determinan los electores.
 La cuantía de un sueldo es  función de la responsabilidad y trascendencia del cargo que se desempeña. Argumentar que a un político le corresponde el salario que tenía en la actividad privada carece de fundamento al no ser comparables las competencias. ¿Qué sueldo le correspondería a Clint Eastwood, cuando alcalde del pueblo californiano de Carmel?, ¿el de actor o el de director de películas?
            Ser oposición no significa necesariamente antagonismo sino que se oposita a ser gobierno demostrando tener más sensatez, mejores ideas y superior criterio. Si ésta quiere ser creíble, fiable y ganarse mi voto, le exijo, como al gobierno municipal, compromiso, seriedad y solvencia.


             Tui, 5 de septiembre de 2001


                                                    
                                                 José Antonio Quiroga Quiroga
                                          







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