viernes, 1 de abril de 2011

                                                     Los Cuartos Del Pregonero   

La controversia ha surgido en Tui desde el momento en que se anunció que Mario Conde había sido invitado para ejercer de pregonero de las fiestas de San Telmo. Incluso un partido político desaprueba públicamente la elección del controvertido empresario. Los contrarios a su nombramiento alegan que el pregonero debe ser un ejemplo a seguir.   
Sin otro propósito que el de atemperar juicios, procede analizar el origen, función y atributos de la figura del pregonero. El diccionario de la Real Academia Española define, respectivamente, en el contexto festivo, los vocablos pregón y pregonero/a, como: “discurso elogioso en que se anuncia al público la celebración de una festividad y se le incita a participar en ella”; y “oficial público que en alta voz da los pregones, publica y hace notorio lo que se quiere hacer saber a todos”. La utilidad y misión genuina del pregonero es, pues, la de anunciar y difundir un evento para atraer el mayor número de personas. En las primeras andaduras del cometido de pregonero el éxito radicaba únicamente en las dotes de comunicación del oficiante. Hoy día el factor más influyente es la capacidad de convocatoria de la persona del pregonero, ya sea por  su relevancia social o imagen mediática.
Originalmente los servicios  de vocero se contrataban para la ocasión, y la tarifa usual de retribución era un cuarto, moneda de cobre equivalente a cuatro maravedíes, que con el tiempo pasó a varios cuartos. Debido a la evolución de las estrategias publicitarias, el pregonero tradicional, un alguacil municipal, sin personalidad propia, fue reemplazado por personas de  relieve remuneradas. Quizá porque el coste económico de los pregoneros de gran proyección suponía un desembolso gravoso para los ayuntamientos, se recurrió a la estratagema  de pagarles simbólicamente con el supuesto privilegio, honor o mérito público de ser elegidos por considerarlos y ungirlos como dignos representantes de las virtudes y esencias locales. Considero que la figura del pregonero se ha desvirtuado interesadamente para servirse de ella, y que el requisito de ser un referente a imitar es  más propio del perfil de un regidor que el de un simple anunciador de un festejo. Los ayuntamientos de Benidorm y Solsona han decidido recuperar la figura casi extinguida del pregonero para las fiestas Patronales, recayendo el nombramiento en un funcionario encargado de difundir los bandos municipales.
He oído y leído que Mario Conde  pasó los años de cárcel meditando el Tao y la Biblia, y que hoy es un hombre transformado, que vive en un pueblo pequeño de Orense y que medita profundamente en la búsqueda de sí mismo. Ha tenido gestos de humildad como el de aceptar ser pregonero de las fiestas de la pequeña localidad de Caimari (Mallorca) en 2009, y creo que también lo es  aceptar serlo de las fiestas de Tui. Este tudense, que tiene a su padre y su primera esposa enterrados en Tui, cuyo lado brillante y admirable es un buen referente para cualquier joven, ¿no es merecedor de la acogida que se le dispensa a un hijo pródigo? ¿Son acaso el vilipendio y repudio público el pago de los cuartos del pregonero que se llevará de Tui  este hombre?

Tui, 31 de marzo de 2011



                                                                        José Antonio Quiroga Quiroga

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