miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sístole de Navidad, diástole de Año Nuevo.


         Por Navidad, el universo de entes divinos y santidades que configuran  la esfera celestial, se contrae en sobrenatural sístole de acercamiento a los mortales de la tierra. Este cíclico beatífico latido genera en todo el orbe cristiano una densa atmósfera de recogimiento trascendente cuya poderosa mística extrae del  alma humana un agridulce destilado de bondad, soledad y desamparo.

         En estos días de blanda perfección y entrañable felicidad, con las estrellas al alcance de la mano, se abren los corazones, reina la indulgencia, brota la fraternidad, y se establece la concordia en forma de felicitaciones y cálidos apretones de manos. Tras la maceración de los sentidos en delicadas fragancias de diseño y sinfonía repostera de turrones, confituras, frutas escarchadas y licores, los tiernos sentimientos cristalizan armoniosamente en la dulzura bajo la suave luz de constelaciones de millones de bombillas y candorosa melodía de villancicos para componer la postal navideña.

         Esta angelical espiritualidad de carta nevada y azúcar glasé, resultado de la hermosa contrición cardíaca de las personas de buena voluntad, a ratos triste, no tarda en ser desplazada por el empuje de la irrefrenable mística pagana, de naturaleza gaseosa, al desencadenarse una contra atmósfera de vaporosa alegría e incontenible fuerza expansiva, generada por la fermentación del exceso de azúcares y  de burbujas de carbónico ingeridos, cuyo “Big Bang” de júbilo, potenciado por la explosión simultánea de innumerables cohetes y detonación de botellas de champagne, tiene lugar, exactamente, con las campanadas que anuncian  la última pulsación del año.

El mundo terrenal, en su rítmico palpitar, alimenta indefectiblemente sus dos necesidades esenciales, las del espíritu y las de la carne. Al igual que el universo,  del que formamos parte, que se expande, nuestro mundo tiende al desahogo.

 

 

                                 José Antonio Quiroga Quiroga

 

 

 

 

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