viernes, 3 de julio de 2015

Activia para Activación Tui


A los amigos del mogollón los conceptos mega y macro les mola un montón. A pesar de que las escalas desmadradas suelen tener el efecto perverso de desnaturalizar las cosas, y de degradar los espacios que soportan celebraciones masivas. “Tuinic” es un ejemplo de evento fallido de macro “picnic” en el paseo fluvial del Miño,  de un total  de cuatro: Noite Urraca; Tui Street Food y Catellum Tude, promovidos por la asociación de comerciantes de Tui (ACITUI) y profesionales del espectáculo y hostelería, agrupados bajo el nombre de Activación Tui, para la recuperación del comercio de la ciudad. Si bien no alcanzo a ver el beneficio que “Tuinic” podría acarrear a la generalidad del comercio de Tuy, salvo para media docena de cafeterías, y no todas integradas en la citada asociación, si tal evento  iba a tener lugar una tarde de domingo, día  y franja horaria en que están cerrados la mayoría de los establecimientos. Por el contrario, sí veo con claridad la rentabilidad cierta para el empresario profesional en festejos y promotor del ocio nocturno.

 La no asunción del fracaso organizativo del proyecto ha empujado a los promotores a buscar culpables externos y a señalar como principal y único a la Administración Local. Concretamente, al alcalde saliente, por no tramitar la solicitud presentada el 19 de mayo de 2015, y, mayormente, al actual regidor al haber recaído en su persona la responsabilidad de la resolución. Aunque también, y ya son ganas de repartir culpas, a los candidatos a la alcaldía porque durante la campaña aplaudieron la iniciativa. La realidad es que ha faltado previsión y desconocimiento de la documentación necesaria a aportar para optar a la autorización solicitada, por mucho que el profesional Luis Diz trate de presentarse como experto en organizar eventos, poniendo como ejemplo, entre otros, la contratación de Pavaroti para el Xacobeo. No pongo en duda su experiencia en este tipo de celebraciones, pero no es lo mismo un festejo en la plaza de La Quintana que en un ámbito  Red Natura, que fija en 55 dB (decibelios) el umbral de intensidad de ruido, con la limitación añadida de que parte del espacio escogido se encuentra en obras. No es razonable ni prudente presentar a tramitación un “proyecto de festejo” documentalmente deficiente en tiempo electoral, a 39 días de la fecha de celebración, cuando la autorización para un retejado  suele demorar más de seis meses. Máxime, cuando no se presenta el preceptivo proyecto técnico y el informe jurídico rechaza la documentación presentada por incompleta. No es justo ni humano responsabilizar de los errores de cálculo propios y de las carencias documentales  a una persona que solo llevaba 9 días al frente de la alcaldía, que ha tenido que ocupar buena parte de sus escasísimo tiempo  en hacerse cargo de una situación complicada, además de la de completar gobierno dada su situación en minoría,” al tiempo que exigir diligencia extraordinaria en la tramitación administrativa, que la hubo, y acuerdo de gobierno en tiempo récord,  para luego, ante el obstáculo legal del informe jurídico negativo,  consecuente con la ordenanza de aplicación, acusarlo “de falta de actitud y de poner palos en las ruedas”. ¿Qué sentido político o beneficio personal  presume Activación Tui que podría derivarse de la denegación de permiso para formular tal acusación?

 La realidad de los hechos  es que el 22 de junio ACITUI  reiteró la solicitud de permiso para usar el paseo fluvial; el 24 de junio aporta copias del seguro de responsabilidad civil y de la autorización de la Consellería de Medio Ambiente;  el 25  de junio se requiere el informe jurídico,  y al día siguiente, al final de la jornada, se libran los informes urbanístico y jurídico, sin tiempo material para celebrar comisión de gobierno y poder emitirse la resolución administrativa. Se demuestra, pues,  que lejos de la falta de actitud esgrimida ha habido diligencia la máxima diligencia posible. Tampoco es cometido de un alcalde  preocuparse por la organización de un evento particular en el sentido de aconsejar el aplazamiento del mismo, tal y como se le ha recriminado, pues conforme los organizadores han decidido la suspensión del mismo igualmente podrían anunciar el aplazamiento.

No es verdad, como afirma el restaurador Alberto Prelcic, miembro promotor de la disuelta Activación Tui, que no han pedido ni un euro al Ayuntamiento, salvo que no sepa traducir a dinero las ayudas solicitadas como: un generador de corriente eléctrica; cuatro sanitarios portátiles; papeleras y colectores; personal de limpieza para mantenimiento de los sanitarios y recogida de residuos; cobertura económica del camión escenario móvil de Electromiño; y colaboración en materia de seguridad de protección civil y de la comandancia de la Marina. Baste como ejemplo la celebración de Festimiño, que supuso un desembolso municipal de 15.000 euros. Y una sanción de 700.

Tampoco se ajusta a verdad presuponer que el Paseo de la Corredera está sometido a las restrictivas exigencias acústicas de los espacios comprendidos en la Red Natura, para concluir que  a causa de ello no se podrán celebrar las fiestas patronales en el mismo.

 De entre los discursos que descalifican al regidor de la ciudad destaco, por especialmente categórico e irracional, el de un veterano empresario del sector del automóvil, a quien parece que los años que no le concedieron la gracia de la templanza ni mayor capacidad de discernimiento. Esta persona, que confesó no haber votado (nadie fue merecedor de su voto),  pasó de hacer un llamamiento a la abstención electoral en la presentación de Activación Tui, supongo que como solución a los problemas de su amado Tuy, para luego, “llegada la hora”, felicitar en Facebook al nuevo alcalde y, a renglón seguido, descalificarlo cruelmente comparando su actuación a la de Pilatos con Jesucristo. Le amonesta de empezar muy mal la andadura municipal y le acusa de ser culpable absoluto de no haberse llevado a cabo el evento “Tuinic”. Para mayor abundamiento en determinar con claridad quien es el responsable  de la suspensión del mencionado evento  se sirve, por deformación profesional, de un ejemplo extraído del mundo del automóvil: “si a causa de una reparación mal efectuada, acaece un siniestro de graves consecuencias, el responsable penal es el gerente de la empresa y no el mecánico”. Pero con nula fortuna ya que  un Ayuntamiento no es equiparable a una fábrica o taller de reparación, sino, puestos a utilizar símiles del ramo, más bien a  una empresa de ITV, en cuanto que el cometido de ambos es el de revisión y emisión de visados de conformidad legal, que autorizan o desautorizan la práctica de determinadas actividades. Sin duda, pues, compete al ciudadano el deber de presentar el vehículo a revisión en las debidas condiciones si desea circular por la carretera.

Capítulo aparte,  indigno de mayor comentario, es el posicionamiento obscenamente oportunista y desleal de Converxencia 21. En realidad, el personal de su líder, don Próspero, autor de una mini guía para la prosperidad y padre de la fantasiosa idea de crear un estado independiente constituido por los ayuntamientos de Tuy y Valença do Minho. No es propio de personas sensatas afirmar “que la actuación del nuevo gobierno municipal parece apuntar a la paralización burocrática de todo tipo de actividad”.

Deseo manifestar que lamento el desenlace de los acontecimientos y la consecuente dimisión de la presidenta de ACITUI, porque deja vacío un cargo que difícilmente alguien querrá ocupar; como también la crítica arrebatada e irreflexiva hacia una persona que reúne las condiciones para ser un extraordinario alcalde, que dispone de un equipo de gobierno de excepción. 

 

                                  José Antonio Quiroga Quiroga