miércoles, 26 de febrero de 2014

Tuy, Eurociudad


                                                



El rimbombante sobrenombre, Eurociudad, o ciudad de ciudades, es una etiqueta de conveniencia, de reciente creación, cuya diferencia respecto del clásico y candoroso hermanamiento está en que se establece formalmente un protocolo de cooperación y que conlleva mayor compromiso en los objetivos, pero, en todo caso, es un convenio de similar  alcance. Por ello, para empezar, obliga a las partes a aportar al proyecto común una cantidad anual. En el caso de la eurociudad Tuy-Valença cada ayuntamiento aporta 50.000 euros.  En España existen la eurociudad  Vasca, Bayona-San Sebastían, constituida hace veinte años, con el objetivo de agrupar  a las ciudades a ambos lados de los Pirineos que comparten la misma lengua; además de la de Ayamonte y Verín-Chaves.

Suena redundante dentro de la Comunidad Europea llamar eurociudad a simples cofradías de ciudades de distintos países; a la vez que, y sobre todo, pretencioso, en cuanto que tal nominación conlleva la engañosa presunción de altos estándares de calidad de vida. Tuy es, lamentablemente, ejemplo de cuán ilusorio resulta tal suposición. Bastan algunas elocuentes imágenes tomadas en el mismo  corazón de nuestra “flamante eurociudad”.





 


    





            


Al margen del postinero título de eurociudad, Tuy es, esencialmente, ciudad milenaria,  si bien sus señas de identidad están en franca regresión ya que, por falta de peso político,  camina lastimosamente hacia el prosaico destino de pueblo, más o menos grande. La causa matriz radica en que una mayoría ciudadana es muy poco o nada exigente a la hora de elegir a sus representantes, quizá porque todo lo encomienda a la providencia, llámese ésta Diputación, Xunta, Apóstol Santiago o Altísimo.  Así vemos como, elección tras elección, el nivel de los corporativos empeora hasta el alarmante  extremo de que, en la actualidad, nuestro futuro está  en manos de un gobierno compuesto en buena parte por alguaciles, por mandados sin cualificación, sin ideas ni capacidad de iniciativa para gobernar una ciudad. Una de las graves consecuencias derivadas de gobiernos vulgares, por irreversibles, son los desastrosos planes de ordenación urbana, encargados, para mayor infortunio, a un no urbanista mercenario  del partido habitual en el gobierno, y que, entre otros destrozos, han estrangulado las dos principales vías de penetración a Tuy, la C/ Colón y la Avda. de la Concordia. Planes desestructurados, a mayores del funesto aplazamiento del Plan de Protección del Casco Histórico, que no han ordenado algo tan fundamental como la  previsión y distribución de espacios para equipamiento urbano: edificios administrativos, de servicios y lugares de convivencia. Esta oscura perspectiva de carencia de espacios ha sido empeorada al haber vendido el Ayuntamiento todo el suelo proveniente de la cesión del 10% de los aprovechamientos urbanísticos tipo de las Áreas de Reparto y PERIs, en lugar de  reservarlo para dichos fines.

Con estrecheces e improvisación se acondicionó un bajo para  el juzgado nº 3, y con apreturas se ubicó la escuela infantil. Hoy nos enfrentamos al problema de emplazamiento del Centro de Salud prometido. Si no se remedia, se levantará en el actual aparcamiento municipal, cuyo entorno inmediato concentra excesivo tráfico por  acumulación de servicios, a saber: Área Panorámica; Instituto de Enseñanza Secundaria y Escuela de Idiomas; Escuela Infantil; Pabellón deportivo; Centro de la Tercera Edad; un Supermercado y Plaza de Abastos.

Analizando la planificación con perspectiva de futuro se concluye que el Centro de Salud deber construirse en lugar tranquilo y de acceso despejado, y el área ocupada por el aparcamiento municipal, por su centralidad, es el lugar ideal para construir un parque para descongestión y esparcimiento, pues Tuy, como toda ciudad que se precie, necesita tener uno. A este respecto un grupo de particulares comprometidos con el destino de nuestra ciudad, han emprendido una campaña de recogida de firmas (yo ya he firmado) a favor de un parque en dicho lugar y en contra del emplazamiento previsto para el Centro de Salud.

Queda por resolver la dotación de un aparcamiento general. Además de que es perfectamente compatible un aparcamiento en el subsuelo del parque, propongo, a mayores, la construcción de uno en plantas escalonadas en los terrenos ocupados por las piscinas municipales y áreas deportivas del Casino, con entrada por la Avda. de la Concordia. Esta solución, de ejecución sencilla, permite la cobertura vegetal de su superficie, la instalación de pistas, y posiblemente la ubicación de una piscina.

Vean, para ilustración, el gusto  marujón por lo menudo y fracionado, de nuestros gobernantes y su concepto de zonas verdes en las siguientes imágenes, que impiden la instalación de terrazas, y luego se instalan en la calzada, y, por el contrario, las actuaciones de la otra media naranja de la eurociudad:

     


      


     



       


                                              PARQUE EN VALENÇA



                                     






                                                                                              

En los últimos veinte años el Ayuntamiento de Tuy  gastó, actualizando importes, del orden de 180 millones de euros; 30 mil millones de las antiguas pesetas, y salvo la red de alcantarillado en las parroquias, financiada prácticamente en su totalidad con fondos europeos, pues no en vano es exigencia europea disponer de este servicio para conceder licencia de construcción, no se puede decir que nuestro municipio haya experimentado cambio perceptible hacia mejor. Diría que permanece varado en el tiempo, y que los gobiernos habidos trabajaron como el motor de un vehículo en constante régimen de ralentí, que consume todo el combustible que se le proporciona pero que no se mueve.

Confío, pues, que la constitución de la eurociudad Tuy-Valença, con el mismo grado de  incertidumbre con el que se expresó el Gobierno gallego, “que  confía que pueda atraer fondos de la Unión Europea”, sirva para algo más que para organizar conjuntamente cabalgatas de reyes, eventos lúdicos-folclóricos, posar para la prensa  y  afianzar en el error   a Faro de Vigo de que Tuy es ciudad transfronteriza, y no fronteriza, ahora que la ciudad de ciudades nos sitúa a caballo de dos países. De momento, salvo intervención sobrenatural lo único que trasciende, que traspasa la frontera, que tiene  proyección internacional hasta la otra orilla del río Miño, son los conciertos entre ambos municipios.



                                    José Antonio Quiroga Quiroga  





ROGATIVA: Te suplico Señor, que sientes en el banquillo de la oposición o, mejor aún, despidas a este Moisés tuercebotas y pongas en el puesto a alguien competente. Eso sí, Señor, a título de oportunidad, y aunque solo sea por una vez, que el elegido no sea de Tú partido.