sábado, 4 de mayo de 2013

Música en el Palco


 

Devenido en mueble urbano decorativo, recinto de juego de niños y ocasional tribuna protocolaria de eventos lúdico-deportivos, la recuperación del palco de la música de Tuy para su función suena a jubiloso renacimiento en esta vieja ciudad  en permanente estado de expectación de más de un renacer.

Este bello templete construido en 1897 en el cantón de Diomedes (Paseo de la Corredera), de igual dibujo y composición que el primer palco de estructura de hierro colado, de la firma Walter MacFarlam & Company de Glasgow, instalado en 1884 en el actual parque de Méndez Núñez de la Coruña, como también el de Ferrol, acogerá, experimentalmente, durante la temporada de verano, actuaciones de grupos de música moderna para recreo y placer de paseantes y de cuantos disfruten de  plaza en las terrazas aledañas. Esta encomiable iniciativa es la prolongación “outdoors” de la meritoria apuesta de invierno iniciada y realizada en solitario por los propietarios del Café Gran Manzana,  a quienes la asidua audiencia les debemos agradecido reconocimiento por semejante lujo.  Y a la que felizmente se han sumado en sociedad como patrocinadores los establecimientos Cervecería El Cielo y Café Bar Boby. Es de justicia resaltar  la altruista e inestimable labor de intermediación y selección de grupos de Gustavo Pérez González, músico vocacional conocedor de este apasionante mundo.

Qué atractivo y estimulante resulta ver el Paseo de la Corredera, dilatado eje urbanístico de remanso peatonal y lugar de encuentro, cuyo fluir placentero de gentes  semeja acompañar el pausado discurrir de las vecinas aguas del río Miño, cada vez más florido de animadas terrazas que la apertura de nuevos establecimientos hosteleros va tachonando. No cabe duda de que la novedosa oferta musical, si cuaja, y para ello es necesaria mayor colaboración de hosteleros,  proporcionará mayor  atractivo a este magnífico escenario de relación social  y contribuirá  significativamente al sostenimiento de la actividad comercial.

Tuy, además de ciudad de paso, deberá orientarse y convertirse en ciudad de acogida, de servicios, porque atesora singulares potencialidades. Entre ellas, el engrandecimiento del Paseo de la Corredera con la incorporación peatonal de la calle Calvo Sotelo una vez  tenga lugar la eternamente deseada apertura del tramo de cabecera de la calle Orense. Cuando esto suceda, la principal calle de Tuy será un  jardín comercial. De momento, y en espera de mayores acontecimientos, mi aplauso sincero a este vivificador proyecto musical.

 

                                     José Antonio Quiroga Quiroga